Esto empieza a ser de traca. Grecia monta su private party y se funde la friolera de 340.000 millones de euros ( 1,8 veces lo que produce todo Grecia en un año), que, como no los tiene, los pide. Empleados y sector público a discreción, jubilaciones tempranas y a saco, lo mejor en armamento por si vienen los turcos…
Hasta aquí, bueno, que cada uno haga en su casa lo que quiera.
Pero fíjate, ahora hay que pagar los préstamos de la fiesta y el dinero no me llega con lo que gano. Además, nadie me presta más para refinanciar, porque saben que soy muy de fiesta y no se creen que se lo vaya a devolver. Y, encima, la gente mosqueada, porque hemos bajado la música y me preguntan que “qué hay de lo mío”.
Busco la solución, papi duro (Comunidad Europea) con la tita rancia (FMI) me prestan dinero, que para eso está la familia, para no dejar de pagar los préstamos, y las otras cositas, y tirar un tiempecito a ver si inventan la Lotería primitiva para países en quiebra.
Pero papi duro y la tita me dicen que se acabó, que me prestan el dinero, sí, pero que menos fiesta, que menos TV de plasma o públicas, que si no te llega para pagar tienes que bajar el ritmo… y claro nosotros los Griegos decimos… y estos ¿de qué van? ¿Me van a decir lo qué hacer en mi casa y con mi dinero? (Perdemos nuestra soberanía, es un atentado contra el estado de bienestar…) ¡Qué recorten ellos que son ricos! ¡Lo que quieren es sojuzgarnos y someternos a la ley de tanto tengo tanto gasto! Y lo más indignante, ¡quieren que les devuelva el dinero!
Pues ahora me enfado y no respiro y, además, rompo con la familia por egoístas.
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Dicho esto, cada español ha ayudado a Grecia con 520 euros en dinero o en avales, que si no pagan es lo mismo que el dinero. Es decir, nosotros somos cuatro de familia y hemos puesto más de 2.000 euros para la fiesta. Y lo mismo lo alemanes, los franceses… En definitiva, hablo como papi duro o como la tita, la próxima vez ¡A MI QUE NO ME LLAMEN!