‘La locura es un país en que no entra quien quiere. En esta vida todo hay que merecerlo’.
‘El odio es un condimento cruel que da a la carne sabor a inmundicia’.
‘La pena mata. Y muy deprisa. El sentimiento de culpa también, al menos cuando se tiene una pizca de conciencia’.
‘Cuando se vive entre flores, no se piensa en las espinas’.
‘Eran habitaciones desnudas. Quiero decir que siempre habían estado desnudas, que se las notaba abandonadas, sin recuerdos, sin pasado, sin eco. Tenían la tristeza de las cosas que nunca han sido utilizadas. Les faltaba un poco de uso, algún que otro desconchón, un alentó humano en sus cristales, el paseo de cuerpos cansados en sus camas de dosel, horas de juegos infantiles en las alfombras, golpes de nudillos en las puertas, lágrimas secas en los parqués’.
Recuerdo estos pasajes de “Almas grises” de Philippe Claudel tras el lamentable episodio ocurrido con el menor que ha agredió a un presidente del gobierno. Mucho se ha escrito pero este Cronista también quería dar su opinión… humildemente de manera distinta a todos los demás.