«V.I.D.A. de un culo inquieto» (Ed. Espasa) es el primer trabajo de la valenciana Ana Albiol. Bloguera, Instagramer y arqueóloga de sonrisas a la luz de brochas maquilladoras. Fue pionera en sesiones virtuales y la monetización de las mismas. Pero ante todo es una persona que inspira contando una vida que terminamos haciendo nuestra. Cuando terminas de leer el libro te quedas con la sensación, en algunos pasajes, de no saber si has leído una biografía o estaba escribiendo la tuya.
Comunicamos desde que estamos en el vientre de nuestra madre, pero adviertes en tu “V.I.D.A. de un culo inquieto” lo poco que se valora. ¿Consideras importante una mayor presencia de la educación y comunicación emocional en nuestro sistema educativo?
Claramente. De hecho, creo que comunicarnos es la gran diferencia que tenemos con otros animales. La inteligencia emocional, comunicar nuestras emociones es algo que no se hace. Incluso hay una hipocresía social, emocional como cuando por ejemplo te preguntan “¿Cómo estás?” y siempre respondemos bien … Pienso que si entendiéramos y comunicáramos más nuestras emociones, nos conociéramos un poquito más, y todo cambiaría.
Y luego está el aspecto universitario. Parece algo surrealista que no se tenga en cuenta como la “vocación, el potencial, las ganas de aportar a la sociedad, la creatividad …” para estudiar lo que se quiere …
Me parece una pena que nos midamos por la nota de corte de un sistema que está obsoleto, que no mide las aptitudes. Hay gente que solo por su actitud de seguir aprendiendo, de seguir adelante, de verlo todo en positivo, le va a aportar mucho más a la sociedad que otra que lo ve todo en negativo. Yo valoraría más la actitud que una nota en geografía, que puedes mirar en Google.

¿Sigues queriendo estudiar Comunicación?
Hay una parte en mí que sigue teniendo la espinita pero no sé si es más “titulitis” que otra cosa.
En todo caso sería para tener un título “reglado”, porque tu entusiasmo sí te hizo coger “trípode, móvil y habitación” para ser una de las pioneras en blogs con videotutoriales, en este caso como MAQUILLADORA … ¿Cómo ha sido ese camino? ¿Qué te ha aportado, primero el blog, las redes sociales, la formación on line pagada …?
Me ha aportado todo. Estaba cansada de maquillar durante cinco años y no veía alternativa a mi pasión de comunicar hasta que encontré la vía del blog. Estaba deseando que ‘tocara la campana’ en el trabajo para irme a casa para grabar, escribir. Con las redes sociales empecé a conectar con más seres humanos, la gente venía a casa … . Editaba para que se viera la parte humana de la persona que maquillaba, no buscaba la perfección sino la sonrisa. Creo que eso se transmitía. Empecé a vivir un sueño, de hecho así lo sigo sintiendo. Me sigue pareciendo una película. A veces me pongo en el papel de observadora y me pregunto cómo es posible. Le he puesto mucha alma y me he divertido muchísimo.
También te has llevado tus disgustos, con los haters … Para algunas personas eres “luz y bondad”, para otras “manipulación y mentira” ¿Se está preparado para el odio? ¿Se puede vencer?
No se está preparado y puede aprender a aceptarlo. Cuando lo aceptas lo vences de alguna manera. Es difícil porque no estamos acostumbrados. Pero al igual que hemos encontrado civismo en las calles también tendría que haber en las pantallas. Debería de existir una policía en Instagram que pusiese un poco de orden. Mientras esto no exista, los creadores de contenidos tenemos que poner límites muy claros porque si no tienes a gente escondida en el anonimato echando su mierda. Comprendo que todos tenemos nuestras historias, que llegamos a casa cansados, y que no es fácil ver en una pantalla alguien que a lo mejor siempre está contento o que le sale las cosas bien, pero ahí hay un límite, no se puede ir tirando granadas verbales. No me importa que la gente me diga que no le gusta mi contenido, a la cara descubriendo su identidad. La confrontación de ideas te abre la mente, pero por el juicio enmascarado de alguien que permanece oculto no paso, me ha hecho mucho daño.
Está claro que no puedes paralizarse, hay que “keep going” … y no parar de “escribir, enseñar y conectar con la gente a través de la pantalla; escribir post, editar vídeos o crear contenido”. Y eso, aunque pueda parecer lo contrario, requiere de mucha disciplina y trabajo …
Hay un trabajo súper fuerte detrás, de sacrificio y tiempo. Las comunidades en Internet no se levantan de la nada, requieren calidad y te exige compromiso. Es continuo y tiene que estar sustentado en valores, respeto a quién te sigue. Vivo la vida en stories, continuamente pensando en crear, aportar, en vivir para transmitir. Es un propósito, una forma de vida. Llevo ocho años poniendo todo el corazón, la verdad, la vulnerabilidad, valores, esfuerzo, cariño, dedicación … todo.

Aunque al final, el ser humano tira a la humanidad, deja un lado la virtualidad … y necesita ver, abrazar, mirar, enseñar “face to face” …
Es fundamental tocar, sentir. Aunque el mundo on line ha tomado mucha presencia, que es interesante porque te abre al mundo entero, el cara a cara me parece muy mágico. Nota la energía de la persona, está ahí. Date cuenta que he trabajado mucho el maquillaje, que es tocar caras, estar a un metro de ese ser humano. Esa parte, muy potente, la echo de menos. El off line no se debe perder.
A todo esto, otra enseñanza de tu libro es que hay que aprender a “emprender” para no morir financieramente en el intento. ¿Qué debemos aprender de tu experiencia?
Estamos acostumbrados a dar, pero es muy importante también. saber recibir. Me considero muy generosa pero no puedo llevarla al polo extremo, entro otras cosas para no quebrar económicamente como me pasó. La generosidad empieza por uno mismo, si tu saltas del barco se ahogan todos. Para emprender hay que tener muy claro que hay que recibir, que tu tiempo vale dinero y no ceder al ‘regateo’ al que someten al trabajo intelectual, del conocimiento, inmaterial. Hay que cobrar por ello sin sentirse culpable. No renunciar a tus emolumentos, ganar para obtener energía que te permita entregarte al mundo.
A estas alturas de la entrevista te seguirás preguntando por el significado del acrónimo V.I.D.A. Y siento defraudarte pero tendrás que buscarlo en el libro, muy recomendable por cierto.