Ana del Fraile: "Un evento debe ser algo que emocione, y no solo detalles corporativos"

Pedirle algo a Ana del Fraile es saber dos cosas con certeza: que hará lo posible por ayudar y que, por supuesto, lo hará siempre con una sonrisa.
Pensar en Ana del Fraile es hacerlo en color rosa con David Bowie de fondo. El cáncer de mama ha hecho de ella una figura de lucha en Valladolid a través de su asociación We Can Be Heroes.
Nos sentamos a tomar un café con esta publicista que, a pesar de su juventud, puede presumir de haber creado desde cero un departamento de comunicación en la bodega Cuatro Rayas. Apasionada del mundo del vino llegó a un terreno tradicional, dominado por hombres, en el que tuvo que hacerse valer. Pero su gran proyecto, sin duda, ha sido hacer realidad el sueño de crear su propia agencia de comunicación. Octubre, el homenaje al décimo mes de año que tanto ha marcado su vida.

  • ¿En qué momento, de qué manera nace Octubre Comunicación?
  • Hubo un click. Tras llevar cinco años y medio trabajando en una bodega llegó un momento en que quería ir un poco más allá. Quería ver otros sectores, trabajar con otro tipo de cliente, etc. Me apetecía volar un poco más lejos. Ese ‘click’ me hizo pensar: «quiero montar algo mío, muy personal, muy yo». De eso hace ya tres años y medio. Trabajé el verano de 2015 en otra empresa, estudié a la competencia, me asusté muchísimo y en octubre mi sueño se hizo realidad, nació Octubre Comunicación y Eventos.
  • ¿Octubre por qué?
  • El nombre es, también, algo muy personal. Octubre es un mes muy especial para mí en todos los sentidos, porque siempre me pasan las cosas bonitas y las cosas más feas en octubre. Es un mes especial, me gustaba como sonaba y me parecía bonito, así que tiré para adelante.
  • ¿Hasta qué punto es importante ‘el cómo te llamas’ en el mundo de la Comunicación, Marketing, Publicidad…?
  • Es fundamental. Yo lo tuve claro con Octubre pero estuve todo el verano de 2015 con una libretita, que la llevaba a todas partes, y apuntaba todos los nombres que se me ocurrían. Luego hacía una especie de estudio, probaba con nombres en inglés, le pedía a mi padre que pronunciara los que se me iban ocurriendo, etc. Al final tiene que ser algo que te describa, algo que diga mucho de ti -en mi caso era algo muy personal-. Está la teoría de cómo hacer un buen naming y, a mí, me costó. Tuve una lista como de 30 nombres que fui descartando, dudaba… pero al final me quedé con el primero (Octubre) y dije, «a por ello».
  • Hablemos de competencia. ¿Cómo se trabaja en el mundo de las agencias, en Castilla y León, con un proyecto tan personal?
  • Se trabaja con mucho esfuerzo, mucha pasión -porque si no te gusta lo que haces es inviable que salga bien-, hay que estar absolutamente al día de todo… A mí la experiencia de estos tres años me dice que, sobre todo las agencias pequeñas como la mía, no te puedes dedicar a todo, no puedes abarcar todo. Se comenten errores y hay que dirigirse a lo que funciona. Al principio yo quería hacerlo todo: redes sociales, diseño, web, eventos… Y no. Lo mejor es contar con un equipo, interno o de freelance, pero cada uno especialista en su campo. Ése se puede decir que es mi truco, mi clave y, así, me puedo dedicar a lo que más me gusta que son los eventos.
  • ¿Qué nivel de importancia tienen los eventos para las empresas e instituciones? ¿Qué valor se les da?
  • Desde el punto de vista de agencia creo que cada evento es fundamental y clave. Cuando una empresa decide invertir en un evento, es necesario que funcione sí o sí. Los eventos empresariales -igual que los personales- son días de muchos nervios, esfuerzo e inversión en los que todo tiene que salir perfecto. Por eso, en Octubre creemos que para que el cliente pueda obtener el feedback que espera, hay que aportar un valor añadido y cuidar cada detalle.
  • Has pasado, entre otros, por una gran agencia y una bodega, ¿qué te han aportado esos trabajos en la labor comunicativa que desarrollas cada día en Octubre Comunicación? 
  • Haber pasado por la agencia de comunicación Bridge, en Madrid, supuso un aprender a diario, a pasos agigantados; fue como hacer un master. Además tuve la suerte de contar con un equipo maravilloso y unas jefas estupendas y muy muy profesionales. Allí trabajé con varios clientes (hoteles, aerolíneas), incluso con una bodega, que siempre me ha encantado el mundo del vino. En Bridge, al dedicarse, entre otras cosas, a organizar eventos para prensa, tuve la gran oportunidad de conocer los medios de cerca y su funcionamiento, algo que fue muy importante para mí porque yo nunca he trabajado en ninguno. Ahí empezó a picarme la curiosidad de organizar eventos. En un momento de incertidumbre en la agencia decidí arriesgarme y me volví a Valladolid a cursar el máster de gestión de bodegas, lo que me llevó hasta Cuatro Rayas. Y ahí el aprendizaje sí que fue brutal. Yo era muy joven, con sólo 24 años tuve el reto de crear un departamento de comunicación en el mundo vitivinícola, que en el año 2010, y aunque parezca increíble, muy pocas bodegas contaban con un proyecto de comunicación. Así que poco a poco hice otra especie de máster de cómo gestionar yo sola un departamento de comunicación. Fue una forma de aprender a la fuerza. Mujer, joven y periodista en el mundo del vino donde la mayoría eran hombres, incluso los periodistas que, además, eran bastante más mayores. Fue duro. Mucha gente no entendía mi trabajo. Aunque no me gusta caer en los tópicos, fue duro, y me costó mucho hacerme valer. Sin embargo la cosa cambió y ahora la comunicación se valora muchísimo en las bodegas. Todas necesitan comunicación. Ahora es complicado que una bodega no cuente con un equipo de Marketing y/o Comunicación.
  • ¿Cuál es la máxima con la que trabajas cada día en Octubre Comunicación?
  • Mi máxima es la calidad y el detalle. Que lo que hago sea parte de mí. Para bien o para mal, necesito que cada proyecto que hago lleve mi sello personal. Al ser una agencia pequeñita, me lo puedo permitir. Me encantaría que dentro de unos años la gente viera algún evento y dijera «seguro que lo ha hecho Octubre». Obviamente cada uno es diferente pero creo que siempre se respira un algo que actúa de nexo de unión, y es mi personalidad. Mi objetivo es que cada evento que hago tenga un ‘aire Octubre’. Me gusta mucho trabajar con emociones.
  • ¿La comunicación es, al final, una forma de dirigirnos al público a través de las emociones?
  • Creo que es la teoría pero no creo que todo el mundo lo lleve a cabo. A veces las cosas son frías y pasan más desapercibidas, sobre todo en el mundo de los eventos. Cuando uno de ellos te hace reír o llorar, es cuando te emociona. Eso es para mí un ‘evento Octubre’, un evento diferente. Tiene que ser algo que te toque y que no solo tengan presencia los detalles corporativos. Por eso siempre intento vender mi filosofía a los clientes que contactan conmigo, me empeño mucho en la parte emocional. Por supuesto me vuelco también en la parte corporativa. Todos los detalles deben comunicar, es la forma de que el recuerdo de la empresa se quede en todos.
  • ¿Cuáles son los pilares de una buena comunicación? ¿Qué es impensable a la hora de llevar un evento que no esté?
  • Es fundamental la honestidad y la transparencia, que todo lo que se comunique en un evento sea real. Son valores fundamentales en cualquier estrategia de comunicación. Por otro lado, el pilar de la personalidad debe estar presente siempre en eventos, en discursos, en todo.
  • Ana del Fraile es conocida, sobre todo en Valladolid, por We Can Be Heroes, la asociación que creaste a raíz de la dura experiencia que te tocó vivir al padecer un cáncer de mama. ¿Ha sido para ti otra forma más de comunicar, en este caso con un tinte solidario y con la inspiración de una vivencia tan personal?  
  • We Can Be Heroes surgió como una forma de expresión y comunicación absoluta. Empezó como un blog, impulsado por mi gran amigo Mario Chimeno, en el que yo me desahogué muchísimo. Fue bastante terapéutico para mí. En él conté, dos años después, mi proceso de lucha contra el cáncer. Empecé un octubre de 2014, dos años después de que me detectaran el cáncer (octubre de 2012). Iba contando paso a paso todo el proceso y de verdad que fue algo terapéutico, tanto escribirlo como ver las reacciones de la gente. Ver cómo lo que to sentí en su día lo siente más gente, tanto familiares como pacientes. Y más allá. Me escribía gente con otros procesos (duelos, separaciones, problemas del día a día). Ver que esas palabras ayudaban a tanta gente, fue una sensación indescriptible. Hace poco he vuelto a leer el blog y ha sido una emoción muy fuerte saber que llegó a tanta gente. Aunque sea de forma pequeñita, ayudamos a tantas personas… Fue mi forma de comunicación y expresión personal total.
  • ¿Se podría decir, entonces, que We Ca Be Heroes ha sido la estrategia de comunicación de tu vida?
  • Si lo pienso fríamente, seguro que sí. Pero fue algo tan impulsivo y personal, creado en una semana, que no había una estrategia. Mi amigo Mario vivió conmigo la enfermedad y un día hablando me dijo: «tienes que contar tu historia. Y si hacemos un blog, ¿cómo se llamaría?». Elegimos We Can Be Heroes por ser una canción de David Bowie del que me había regalado un disco, con ese tema de cabecera. Tenía que llamarse así. Así que esa misma noche me mando un mail con el dominio de la web comprado y en tres días me regaló el logotipo, me había creado la imagen. En una semana empezamos a funcionar. Fue tan impulsivo que comunicó por sí solo.

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