No fue el estreno soñado, ni mucho menos. Una más que discreta audiencia devolvió a la realidad a una Ana Rosa que se presentaba con la vitola de aspirante a ser la nueva reina de la tarde. De momento se queda en unos raquíticos números incluso por debajo de su antecesor en la cadena “Sálvame” en la última semana de emisión. Nervios en Mediaset, está claro.
El formato que le han preparado es conocido y ese anuncio de adentrar al telespectador en las tecnologías se antoja como un salto demasiado osado para una audiencia que sigue esperando un programa previsible. Las voces nuevas no parecieron tener la enjundia suficiente como para ayudar a tirar del carro de Ana Rosa. La presentadora se mostró vulnerable sin el aplomo envidiable que exhibía en Las Mañanas.
El cara a cara con el programa de Sonsoles Ónega quedó en tablas. De sorpresa se coló liderando el ranking La 1 de TVE con “La Promesa”. Aquí nadie descansa. La batalla por la audiencia va ser muy dura. Los datos que aportan Barlovento y Dos30 se centran en el Target comercial y en las audiencias por tramos horarios dentro del programa. Con ellos se vislumbra una igualdad que puede deparar cualquier cosa. El “más difícil todavía” está servido.
El recurso de traer a primer plano de actualidad a nombres clásicos, familiares y con cierto olor a naftalina, podemos decir que funcionó a medias para primer día. Pero se espera más, más contenidos y menos reportaje a costa de abrir la hemeroteca y dar protagonismo a quienes ya están fuera del foco de la actualidad. A saber; Raffaella Carrà, Lina Morgan, Carmen Sevilla, Laura Valenzuela, Blanca Álvarez, Pilar Miró, Lolo Rico, Rosa María Sardá o Concha García Campoy por citar tan solo a algunas de las “viejas glorias” a las que recuperó en su puesta de largo Ana Rosa.
Nadie dijo que fuera fácil el aterrizaje en una banda tan exigente. La competencia no descansa y reprograma ante cualquier titubeo que se pueda plantear. Mediaset sabe que las audiencias iniciales son un claro marcador de las tendencias. En esta semana se juega el partido. Se espera alguna sorpresa sacando algún conejo de la chistera. Pero como dice José Mota, “hoy no, mañana”. Veremos si dan con la tecla.
