Se llama Marta Maldonado. Es una periodista comprometida con su profesión y trabaja para La Razón. Esta semana por hacer su trabajo, es decir, preguntar y fiscalizar a los partidos políticos, tuvo que vivir un akelarre en una plaza pública de Sevilla. Por esto la insultaron y la increparon.
La convocaron para una rueda de prensa pero tan solo era la excusa de VOX, otra vez, para saltarse las obligaciones sanitarias. Los medios de comunicación como escudo para enmascarar un mitin, un evento público. Otra vez como en la celebración del 28F, en el mismo sitio, casi a la misma hora pero idéntica congregación de personas sin guardar las distancias de seguridad. Poniendo en peligro la salud pública en general, de los periodistas en particular.
Este escrache quedará como el 17M, el día del libertinaje de expresión. Una fecha para recordar, analizar, reflexionar y tomar medidas.
Como las que propone la Asociación de la Prensa y el Colegio de Periodistas de Andalucía que hacen, de nuevo, un llamamiento a los directores y a los responsables de los medios de comunicación para que no manden a periodistas, cámaras y fotógrafos a falsas ruedas de prensa en las que, además, en este tiempo de pandemia, se incumplen las mínimas medidas de seguridad. Igualmente, condenar estas conductas a través de editoriales, artículos de opinión e informaciones.
En definitiva, todo lo necesario para que la ansiada libertad de la que tanto se habla, no le siga haciendo el juego al liberticidio.