El motor de una empresa son sus trabajadores y trabajadoras. Y de la dirección dependen su compromiso, ilusión e implicación más allá de sus actividad laboral. Ambos, directivos y profesionales, están a punto en una de las empresas automovilísticas más importantes. Así se visualiza en la iniciativa «Renault al rescate».
Partió de los propios profesionales, que han aprovechado el confinamiento para hacer desde casa miles de máscaras protectoras (en los primeros cuatros días unas 2.000) que han sido distribuidas en hospitales y residencia de ancianos de Sevilla, Valladolid, Palencia, Málaga y Jérez. También estos héroes han diseñado unas piezas con las que se pueden acoplar pantallas de acetato al uniforme de la Policía Municipal de Valladolid.
Utilizan las impresoras 3D que cada uno de ellos tenían en sus casas, se asociaron con otros makers y Renault puso a disposición una veintena de dispositivos y consumibles que tenía en sus oficinas. Más de 100 personas ayudando y aportando, siendo corresponsables, para proteger y evitar la cadena de contagio.
A pesar del COVID-19, la Red Renault sigue al lado de sus clientes en estos momentos de crisis sanitaria sin precedentes. Para ello garantiza unos servicios mínimos de apertura de taller y permanece operativa para vehículos de colectivos esenciales implicados directamente en la lucha contra el coronavirus.
Además, ha cedido varias decenas de vehículos y ha donado unas 7.000 fundas de asientos y más de 10.000 pares de guantes, entre otros, en diferentes puntos de la geografía española para colaborar activamente en la lucha contra el COVID-19.
