«No cuidar el impacto emocional puede quebrar la cuenta de resultados de las empresas»

Está claro que las emociones ocupan un lugar destacado en el comportamiento de las personas, guían e influyen en nuestra conducta, pero ¿qué papel juegan las emociones en las empresas?. Los negocios no son actividades puramente racionales, las emociones pueden ejercer una poderosa influencia en el desarrollo empresarial, ya que tal y como se está demostrando en esta sociedad de la innovación en la que nos encontramos, el valor fundamental de un líder ya no recae en sus conocimientos sólo, sino fundamentalmente en el manejo de sus emociones. Y no sólo las suyas sino también las de su equipo.

Ignacio Campoy, CEO de la institución académica Formación Universitaria ha compartido con nosotros su visión sobre qué significa hoy liderar en empresas consideradas como “resonantes”, es decir, aquellas donde se hace un manejo eficaz de la cuestión emocional.

¿Por qué las emociones son tan importantes en las empresas?

Las emociones son fundamentales para que una persona haga un buen desempeño de su rol profesional, ya que tienen un enorme poder de influencia en la conducta. Diversos estudios confirman que la inteligencia cognitiva solo es la responsable del 20% de los factores que determinan el éxito, de modo que a la Inteligencia Emocional se le puede otorgar un amplísimo 80%.

Tradicionalmente se ha mantenido la idea de que las emociones deben dejarse fuera del trabajo. Expresiones tan letales y castradoras como “la pena la dejas en casa”, “No me interesa lo que sientes, termina tu trabajo”, o “yo no espero que te sientas comprendido, sólo que hagas lo que te digo” han marcado a muchos profesionales bajo la premisa de que  las  emociones deben dejarse fuera del trabajo. Craso error, ¿no?

Efectivamente, hoy todavía en muchas empresas se sigue pensando que no tiene ningún sentido hablar de inteligencia emocional o de emociones. Piensan que son organizaciones totalmente racionales y que las emociones hay que dejarla fuera de sus instalaciones. Lamentablemente se olvidan de que las emociones tienen una función vital, de supervivencia y son para y por las personas. En el entorno empresarial los profesionales siempre van a trabajar con sus emociones, no es posible comprender qué pasa en una empresa si no las tenemos en cuenta, si no valoramos los estados emocionales de sus profesionales. 

 Y podríamos decir entonces que las emociones por tanto se pueden contagiar…

Efectivamente, las emociones se contagian. Se contagian tanto las emociones nutritivas como negativas. En la empresa todo el mundo puede contagiar emociones nutritivas o negativas, aunque no sean conscientes. Hay días que podemos contagiar alegría, positivismo, buen rollo y otra tristeza, ira, rabia, mal humor, egoísmo, envidia, etc. El estado emocional de los equipos también, es decir, en los equipos o departamentos trabajan un número determinado de personas que a través de sus interacciones se contagian emociones y estados emocionales. Y a su vez, estos departamentos o equipos a su vez contagian a otras o al resto de la empresa. Podemos etiquetarlo como efecto dominó. 

¿Cuál es la tarea del líder de un equipo de una empresa en materia de las emociones y los estados emocionales?

Pues fundamentalmente debe centrarse en sus colaboradores, en sus sentimientos, en sus emociones y en su estado emocional.  Se trata de un tipo de liderazgo orientado hacia las personas. El líder puede ayudar a su equipo, departamento o empresa a mejorar su inteligencia emocional, pero eso sí, debe tener claro que orientarse demasiado a las emociones o a los estados emocionales de sus colaboradores, puede acabar contagiándose y cegándose por ellos, y perdiendo la visión global de la empresa.

Por lo tanto, el líder tiene que estar orientado a las tareas y a las personas. Un líder que aúna las competencias profesionales de la orientación a las tareas y a las competencias personales de orientación a las personas.

Y dentro de este modelo de liderazgo, ¿qué significa el concepto de “líder resonante”?

El líder Resonante para el autor Daniel Goleman es un tipo de líder que sintoniza con sus colaboradores. Los signos más evidentes del líder resonante son el optimismo y el entusiasmo que exhiben sus colaboradores y sus equipos o departamentos.

Por tanto, existen diferentes estilos de liderazgo en una empresa, ¿no?. Estos diferentes estilos ya aparecen en tu libro “Metaliderazgo”..

Pues si, los diferentes estilos pasan por un liderazgo autoritario o autocrático, democrático, afiliativo, timonel, desarrollador, empoderador o coach, visionario y el llamado liderazgo laissez-faire, pero existe también el concepto de “metalíder” que es el que que domina la orientación a las tareas y a las personas. Un líder que presenta las competencias de los estilos de liderazgo Transaccionales (D-C) y Transformacionales (I-S).

Dependiendo de la situación o el momento debe saber qué estilo de liderazgo se necesita y, por lo tanto, el que tiene que aplicar.

¿Qué organizaciones o equipos construyen los Metalíderes?

Pues considero que este tipo de líder se orienta a la construcción de organizaciones Teal, término acuñado por Frederic Laloux.

Comparte esta noticia en redes sociales:
Quizá te interese:
Ofertas de Empleo

Ofertas de Empleo

Actualización diaria de ofertas de empleo, becas, concursos, premios.

En Portada

Síguenos en Twitter

bloque-newsletter

Suscríbete a nuestra Newsletter

Recibe en tu correo electrónico las noticias destacadas de Andalucía

Quiénes Somos