Eva nació en un cuerpo equivocado, lo que se denomina disforia de género. Su testimonio en redes sociales con el «labio partido» tras una paliza por su condición sexual dio la vuelta a todos los informativos y noticias de medio mundo. Gracias a su valor y valentía abrió camino a otras niñas, empezó a andar para que otras pudiesen correr. La influencer @evacastt cuenta su testimonio en «Me llamo Eva. Mi lucha por ser mujer» (Alienta Libro. Planeta). En esta entrevista nos cuenta su experiencia y la doble moral de las redes sociales.
¿Cómo te cambió la vida pasar de reivindicarte en el espacio íntimo de familia, compañeros de clase, vecinos … a convertirte en noticia mundial?
Al principio no me hizo mucha gracia. En un momento bastante malo tener que soportar mil llamadas al día, mensajes, correos electrónicos, me pedían fotos por la calle …. No estaba preparada para esto. Al principio me costó mucho y lo pasé muy mal pero luego me acostumbré y lo tomé como algo positivo, bueno, para ser un altavoz que ayudara a otras personas.

La imagen icónica del labio partido ya es un símbolo. ¿Te sigue “persiguiendo” o Eva se ha abierto un nuevo camino para con su ejemplo ayudar a otras niñas con disforia?
Las dos cosas. La publicación ayudó muchísimo para expresar lo que muchas sentimos, pero igualmente me persigue en cada entrevista, en las redes sociales.
¿Cuál fue tu reacción ante la falsa denuncia en Malasaña?
Indiferencia. Solo era una persona que quería llamar la atención y lo que produjo en mí fue la preocupación de que la gente le quite importancia a un hecho tan grave. Que una cosa sea falsa no quiere decir que no siga existiendo y que siga pasando.
Tu caso es un ejemplo importante de cómo Instagram puede impulsar una causa justa. Pero, ¿echa de menos que las redes sociales sean más beligerante con el transfóbico, persigan a los que odian por razón de sexo?
Las redes sociales lo malo que tienen es que si a una mujer se le nota el pezón aunque lleve ropa su foto va a ser eliminada pero si alguna persona en una publicación te dice algo del estilo “espero que te mueras” o cualquier burrada sigue para siempre.
Por último, ¿Qué mensajes envirarías a quienes sufren en silencio lo que tu has tenido el valor, en todos los sentidos, de hacer publico?
Que pidan ayuda, algo que yo no hice. Lo intenté a mi modo y me arrepiento. Acudir a familia, amigos y asesoramiento profesional. Hay que pedia apoyo venga de donde venga.