Fallece Julio Artillo, fundador de la Oficina del Portavoz del Gobierno en la Junta

Fotografía: García Cordero.

Hoy es un día triste para la comunicación institucional en Andalucía, ha fallecido el maestro Julio Artillo a los 80 años. Fue portavoz del gobierno con José Rodríguez de la Borbolla, y gran impulsor de la Oficina del Portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucia, del que fue su primer director.

Catedrático de Instituto en Geografía e Histórica, nació en Sevilla en el año 1941, aunque se definía como jienense de “sentimiento”. Fue director General de Educación desde el 82 al 84, y se incorporó al Gabinete de José Rodríguez de la Borbolla una vez que este dejó de ser vicepresidente del gobierno andaluz y Consejero de Gobernación para sustituir al presidente Rafael Escuredo al frente de la Junta de Andalucía.

Tomó el testigo de Enrique García como Portavoz. El propio Artillo comentó en una entrevista para la tesis doctoral de quien firma la triste noticia, como fue el proceso de designación. Gáspar Zarrías, exconsejero de Presidencia del Gobierno andaluz en la época de Manuel Chaves y asesor de Rodríguez de la Borbolla, fue el encargado de transmitirle a Artillo la necesidad de nombrarle portavoz.

Según palabras del propio exportavoz la conversación, un 7 de mayo de 1984,fue la siguiente:

Gaspar Zarrías: Piénsate lo de portavoz.

Julio Artillo: Estoy dándole vueltas pero no sé en quién, conozco periodistas pero no sé….

Gaspar Zarrías: No, que te pienses en ser portavoz.

Julio Artillo: Y eso, ¿de dónde viene?

Gaspar Zarrías: Del presidente Borbolla.

Julio Artillo: Ah, déjame que lo piense.

El desenlace queda aquí: “Me fui a la calle. Volví y me lo confirmó el presidente. Fue una absoluta sorpresa, creí que iba a ser Gómez Marín. Nunca me lo planteé”, comentó.

El flamante responsable de la Oficina del Portavoz mantuvo el equipo de su antecesor, Enrique García, formado por los periodistas José Carlos Picchi Perelló „Pippo‟, María José Sánchez Appellani, David Fernández Cabezas y Ezequiel Martínez. Se incorporó Marta Carrasco y Antonio Prado, éste último como fotógrafo. E introdujo otras novedades, algunas muy significativas, como poner en marcha gabinetes de prensa en todas las provincias y en cada una de las distintas consejerías.

Se trataba de un paso decisivo, pues de una oficina “del Presidente” se articula una oficina de comunicación que coordina las políticas de comunicación sectoriales y territoriales de la administración pública. “Esta oficina se queda en Presidencia, pero empiezo a desarrollar los gabinetes en las consejerías, tener un periodista en cada consejería y en cada delegación provincial de la Junta de Andalucía. Pasó de ser una oficina del Presidente a la del portavoz (más global e integradora)”, señala.

Además, se crearon los Premios Andalucía de Periodismo y la Oficina del Portavoz, junto a los asesores del Gabinete del Presidente, preparaban discursos de investiduras, plenos monográficos, debate de la comunidad, conferencias… Se instauraron las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Gobierno, donde se fomentaba el concurso de los distintos consejeros del ramo, y al finalizar se entregaban las reseñas informativas. También se elaboraban dosieres informativos muy elaborados sobre temas específicos como la A92 o la reforma agraria; la universalización de la sanidad y la educación.

También tuvieron mucho éxito, en palabras de Julio Artillo, las jornadas informativas anuales genéricas o temáticas que, sobre asuntos de actualidad, organizaba la Oficina del Portavoz con los periodistas especializados o aquellos de información general que cubrían generalmente la actualidad de Presidencia.

Igualmente, se organizaron encuentros y viajes con el presidente como a la Sorbona, u otro a Los Ángeles y Seattle para fortalecer el tejido industrial automovilístico en torno a Linares.

Se empezaron a desarrollar políticas informativas en los dos ámbitos de la comunicación: el interno y el externo. En el seno de la organización, el equipo de asesores desempeñaban su labor con el objetivo de explicar y argumentar la política del gobierno, y para ello un asesor se encargaba de las actividades del Presidente, otro coordinaba a los periodistas, tanto de las consejerías y las delegaciones provinciales, altiempo que se producían reuniones periódicas cada mes, y se establecía una política tanto de adquisición, creación y difusión de publicaciones.

En este último apartado cabe destacar la publicación de la Agenda de la Comunicación, un directorio impreso sobre los medios de comunicación de Andalucía y las distintos gabinetes de prensa de la Junta de Andalucía en los distintos organismos.

Otros ejemplos de iniciativas comunicativas fueron los contactos con el Grupo Portada, conformado por periodistas de medios catalanes. A raíz de una desafortunadas declaraciones del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, sobre Lepe se toma la iniciativa de traer a estos profesionales para conocer de “primera mano” tanto el potencial de Huelva en lo referente a la agroindustria como de otros elementos punteros en la comunidad.

En la misma línea, Gómez Marín preparaba los encuentros con periodistas de Madrid. El objetivo era cambiar la percepción que se tenía de Andalucía de Despeñaperros hacia arriba.

Julio Artillo comentó finalmente que “me aproveché del conocimiento de los grandes profesionales que integraban el gabinete. Se desarrolló haciendo un análisis de los efectivos con lo que se contaba y una visión de hacia dónde podía llevar la comunicación institucional de la Junta de Andalucía. Creo que pusimos el esqueleto de la oficina actual. Se sientan las bases de la comunicación y el estilo de pulcritud”.

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