Las primeras goteras llegaron con las políticas neoliberales de Reagan y Thatcher; se agrietó la fachada con el crack inmobilidario, por los pelos pasamos la prueba de resistencia de la COVID, con la guerra de Ucrania la “tienda de comestibles” está por las nubes y los combustibles nos lleva al infierno, ahora suben las hipotecas … y para colmo hace tiempo que se averió el ascensor social. Este es el contexto donde Javier Ruiz sitúa al «Edificio España. El peligro de la desigualdad» (Premio Espasa 2022) y alerta de un peligro que acecha los cimientos del Estado. En esta entrevista el periodista nos cuenta también cómo la falta de información genera desigualdad y la desigualdad falta de información.
En el patio de vecinos de su “Edificio España” se ha escuchado: ‘Es la desigualdad, estúpido’ … Usted ha puesto el foco en este vector. ¿Por qué?
Muchos de los problemas que tenemos son síntomas de una enfermedad llamada desigualdad. Ni populismo ni auge de la ultraderecha, ni muchas de las cosas que nos están pasado. Estos son síntomas de una patología que sí no está pasado: los pobres son cada vez más pobres, y se quedan fuera del sistema; los ricos cada vez más ricos, se adueñan del sistema.
Y con lo bien que estaba el vecindario cainita con las Dos Españas, ahora usted mete la variante de las “5 Españas”. Podría explicar brevemente su tesis …
Planteo no dos España ideológicas sino cinco España económicas. Los 20 % de más pobres que viven en el sótano, otro 20% que lo hace en primero, segundo, tercero … hasta el llegar al último piso. Pero el ático tiene un pequeño problema, es como una pirámide y no es lo mismo vivir en la base que en el pico. Todo es mucho más complejo en la España de hoy, es más complicado que dividir España entre rojos y azules.
Las columnas del Edificio España tienen carcoma ahora mismo. Los pobres son cada vez más pobres, y se quedan fuera del sistema; los ricos cada vez más ricos, se adueñan del sistema.
¿La desigualdad están tocando la estructura del Edificio España?
Si, sin ninguna duda. Las columnas del Edificio España tienen carcoma ahora mismo. Tienen un problema, y es que si se empiezan a resentir algunas plantas, y la que más lo está haciendo es la de debajo del todo, tenemos un problema numérico importante: que dejas fuera de la vida pública, política, de la vida en general a una de cada cinco españoles. Es un problema muy grueso. Y sin la gente de abajo no tienen manera de vivir arriba. Si la desigualdad es extrema lo siguiente es la falta de seguridad, y los que no tienen nada lo tomaran al asalto. Sí, ahora mismo estamos empezando a debilitar demasiado la base del edificio.
¿Cómo se podría acometer una reforma integral que nivele la igualdad de oportunidades? Parece que no se da con la respuesta. Se lo comento en Sevilla que cuenta con los tres barrios más pobres de España y donde se pide una bajada de impuestos para los que tienen más …
Hay dos cosas que hacer, entre las reformas. Una reforma fiscal … valiente. No esto de “voy a ganar votos a base de los impuestos” y “voy a ganar votos en mi ‘granero’ a base de hablar de los impuestos” sino una reforma fiscal de verdad, que tomen de los tienen más y dé a los que necesitan más. Esto es lo más básico de lo básico, pero parece que se ha olvidado. Además, hay que hacer una apuesta educativa. No solo reforzar la inversión en educación, y sobre todo, el sistema de becas para quien no tenga dinero pueda acceder por igual a la educación con respecto a quien puede pagarse una formación de élite.
Usted propone en su libro casi un “Diccionario de economía urgente” haciendo pedagogía con el rigor de los datos de términos como “la pobreza laboral”, “el impuesto de los pobres” (inflación), “la factura asimétrica” (pagar más teniendo menos), el SMI como demonio, la bancarización, el populismo, la curva del Gran Gatsby … ¿Es más necesario que nunca poner el foco, arrojar luz; quitar la ‘caspa’ a los eufemismos para mostrar la cruda realidad …?
Es urgente porque llevamos tres crisis históricas en menos de doce años (inmobiliaria, COVID, Ucrania). Y también porque todos estos que explican economía sin que se les entienda es o porque no saben o porque no quieren que se les entiendan. Porque cuando la gente entiende lo que está pasando puede hasta movilizarse e intentar corregirlo. No solo es urgente sino que me da la sensación de que hay mucha gente que lo está evitando urgentemente. Interesados que arrojan sombras sobre la luz.
Hay un sesgo de derecha ultramontana que influye no solo en lo que se dice sino en la que se calla. Estamos ante un debate que se está contando de un lado, y callando de otro.
Quizás la “gran derrama” pase por una información “de calidad”, hacer pedagogía de cuáles son las reglas del juego y de qué estamos hablando, u ocultando, para iniciar otro tipo de convivencia … ¿Qué papel puede jugar el periodismo en todo esto?
Me preocupa más la parte que se está ocultando. Me sorprende que haya cosas que yo veo e intentamos llevar a la audiencia que no llegan a ningún sitio. Hemos tenido un debate tremendo sobre si hemos de bajar impuestos a los ricos y si hay que bajar el impuesto de patrimonio. No he oído a nadie decir que hay ricos queriendo pagar más. Hay movimiento en EEUU muy potentes en este sentido. Por ejemplo, Warrent Buffet ha advertido que él paga menos impuestos que su secretaria, un 8% frente un 25 %. Pero nadie recoge a los millonarios que dicen “el sistema está roto”. Hay un sesgo de derecha ultramontana que influye no solo en lo que se dice sino en la que se calla. Estamos ante un debate que se está contando de un lado, y callando de otro.
¿Y el periodismo puede jugar en esto, dejan hacerlo?
No viene un meteorito sobre el periodismo. Lo hacen los periodistas, y si son honestos y aguantan las presiones, si empujan de vuelta a esas presiones, estos probablemente se salve. Y sino se hundirá. El periodismo depende de los periodistas, no de los editores, de los capitales, los de los cuarteles; sino de los que están en las trincheras y aguantan.
También lo que usted llamada “basura periodística” …
Hay demasiada. No sé definirlo pero lo reconozco cuando la veo, y apesta. Eso no es periodismo sino chantaje, propaganda, mentira … Hay demasiada. Pero la gente “ya sabe” cuando bebe agua potable y cuando no está bien. Confío en la audiencia.
La libertad de expresión se está convirtiendo en un lujo; la libertad de información en una mercancía, y tenemos un problemas. Cuando los medios no difunden información sino negocio, y la audiencia recibe propaganda, el problema se agrava. Hay que gente que se informa con las 140 caracteres de Twitter que son gratis.
Pensando en la audiencia, ¿la falta de información también genera desigualdad?
No sé exactamente qué genera qué. Porque hay veces que la desigualdad genera falta de información o si la falta de información genera desigualdad. Creo que es más lo primero pues hay quienes nos podemos pagar una suscripción en el New York Times, y tener una información de calidad procedente de miles de periodistas, con capacidad de ordenar un impecable contexto … pero hay que gente que se conforma con las 140 caracteres de Twitter que son gratis. Al final la libertad de expresión se está convirtiendo en un lujo; la libertad de información en una mercancía, y tenemos un problemas. Cuando los medios no difunden información sino negocio, y la audiencia recibe propaganda, el problema se agrava. En todo esto la desigualdad es la consecuencia.
Nunca una junta de accionistas ha preguntado por el gasto en publicidad.
Se habla poco de la autocensura …
Estoy completamente de acuerdo con que “la mayor censura es la autocensura”. Los medios y periodistas viven en una “era de la ansiedad”, no sabes de donde y cuando va a venir el próximo patrocinio, anunciante … y eso nos lleva a la autocensura, al miedo a que una eléctrica o banco te retire la publicidad. Es el momento donde a los editores se les olvida que los jefes no son los anunciantes sino los lectores. No trabajamos para las marcas sino para la audiencia.
¿Aprietan más las empresas o los políticos?
Las empresas mucho más. Pueden gastar en publicidad sin tener que justificarlo, pueden decidir sin dar explicaciones que ya no se quieren anunciar en tal medio. Los políticos tienen una responsabilidad pública que los balances de las empresas tienen. Nunca una junta de accionistas ha preguntado por el gasto en publicidad.
Twitter es la puerta de atrás del váter, donde la gente coge un rotulador y escribe unas barbaridades que jamás serían capaces de decir en público.
¿Cómo lo lleva usted? ¿Qué coste tiene la independencia?
Llevo mal la fragilidad, y peor la injusticia. Mal porque piensas que vienen todos en dirección contraria. Sabemos lo que hay que hacer, cómo circular pero es muy duro recibir la llamada de una eléctrica y tener que defender tu trabajo. O peor todavía: recibir la llamada de tu jefe, que ha recibido la llamada de una eléctrica … y tener que defender tu trabajo.
Aunque para tribunal inquisitorio, las redes sociales …
El buylling del instituto se ha llevado a la redes sociales. He tenido experiencias muy desagradables, de insultos, amenazas … Twitter es la puerta de atrás del váter, donde la gente coge un rotulador y escribe unas barbaridades que jamás serían capaces de decir en público. Se esconden tras el anonimato. Pero si hablas uno a uno con ellos a través de mensaje directo la gente se convierte en razonables.