El 12 de octubre trae consigo un debate que va mucho más allá de un día para reflexionar sobre la relación de América con España. Un debate que desde hace varios siglos le persigue una «leyenda negra» y que en los últimos tiempos se ha acrecentado. Marcelo Gullo Omodeo ha editado en Espasa un ensayo sobre ‘esta letra escarlata’ que afecta directamente a la marca España. Él lo tiene claro, «nada por lo que pedir perdón». En esta entrevista nos lo cuenta.
500 años después, ¿Por qué sigue viva, en vigor y en casos con virulencia, la «leyenda negra» de España?
Hay dos poderes en el mundo que le interesa que esto sigua siendo así. Por un lado, los jugadores de casino de la economía mundial, del capitalismo internacional. Quieren pequeños Estados; y la “leyenda negra” conduce justamente a reivindicar un falso pasado indígena que conduce a una nueva fragmentación territorial. Pretenden instaurar un pasado indígena bonito con 700 lenguas distintas que darán con 700 naciones distintas. El fin de convertirnos en segmentos anónimos del mercado mundial incapaces de oponerse a los dictámenes de esta oligarquía.
Por otro lado, esta intención coincide con un marxismo cultural remanente que ha pasado de la revolución comunista al fundamentalismo indigenista con la intención lleva a echar por la borda todo lo bueno que trajo España.
¿Qué motivos trascienden para que esta guerra cultural sigua abierta?
Fragmentar la América española en microestados indígenas y la propia España en varias repúblicas como la catalana o vasca. Es solo un motivo de odio.
¿Y por qué no hay que pedir perdón?
Si ponemos en la balanza las cosas positivas y las negativas de la llegada de España a América con mucho más las primeras. Intentó llevar un modelo de justicia y libertad, llevar el Evangelio a las nuevas tierras, y lo logró teniendo en cuenta que se encontró en vez del paraíso un infierno de pueblos caníbales, de imperios antropófagos, tribus donde la mujer era despreciada y se le prostituía … España, con sus defectos y cometiendo errores, logró cambiar esa realidad para alzar un mundo mejor del que se encontró. Y por todo ello no hay que pedir perdón.
Bartolomé de las Casas es un mentiroso serial, que sí hizo el milagro de convertir a la opinión pública lo que era un infierno en paraíso. Es un maestro del marketing político.
Y usted lo defiende de frente: “liberalización frente a descubrimiento o invasión”, “libertador frente a conquistador o piratas”, “Francisco de Vitoria frente al aboslutismo”, “mestizaje contra canibalismo, sacrificios, genocidio racista y esclavismo” …
Hay que analizar la reforma protestante, que es de donde parte la «leyenda negra». Y concretamente a su personaje central Lutero, que además de permitir la matanza de 130.000 campesinos alemanes … ofrece una teoría funcional a los nobles alemanes a sus intereses para quedarse con los bienes de la iglesia y mandar de forma absoluta sobre sus súbditos. Sin embargo, la escuela teológica española con el Padre Francisco de Vitoria sitúa el poder de Dios en el pueblo y este lo delega al Rey para cumplir la función de padre del pueblo, para que gobierno en función del bien común. Y si no es así tiene derecho al tiranicidio. Es contraponer absolutismo contra soberanía popular. La leyenda negra viene a desprestigiar lo segundo en favor de los intereses del primero.
Capítulo aparte le dedica usted a Fray Bartolomé de las Casas, al que compara con un periodista sensacionalista …
Cuando estudiamos detenidamente las cartas de Fray Toribio Benavente, un franciscano que se mezcló con indios y les dio escuelas, y dice que de las Casas “está disfrazado de sacerdote y es un mercenario” nos hace reflexionar. Son palabras muy duras, a las que acompaña “vive como un rico y no un pobre; que no aprendió ninguna lengua indígena”. Pero además hay otros estudiosos más contemporáneos que lo certifican ya con la mirada de la Historia. Entonces sí puedo afirmar que es un mentiroso serial, que sí hizo el milagro de convertir a la opinión pública lo que era un infierno en paraíso. Es un maestro del marketing político.
¿Qué propone para restituir la imagen y la historia de España, al menos en su relación con ‘la Hispanidad’?
No tiene forma de solución hasta que los propios españoles entienda que la Leyenda Negra es la historia contada por los enemigos de España. Si los españoles no la rechazan el esfuerzo será inútil.