Hace algo más de un año, Trapa se ponía en marcha para crear un departamento con el que hasta el momento no contaba, el de Comunicación. Un área fundamental en cualquier empresa y para la que escogieron a un perfil muy definido en lo que a comunicación y gastronomía se refiere. Así, desde entonces, al frente de la comunicación de la chocolatera se encuentra Ángel Amador. El periodista y relaciones públicas cuenta con un currículum que demuestra su amplia experiencia en el sector alimentario de gran consumo. Schweppes, Emilio Moro, Orsero, Pierrer-Jouët son sólo algunas de las marcas para las que ha trabajado. Ahora centra sus esfuerzos en las potentes campañas de Trapa y su lucha contra el aceite de palma. Una situación que ha situado a la empresa palentina en las páginas de actualidad y sobre lo que charlamos en esta entrevista.
- ¿Cómo afrontó el reto de incorporarse a una empresa de tanto peso en España y que, hasta su llegada, no contaba con Departamento de Comunicación?
- Como bien dices, Trapa es una marca que ha formado parte de la vida de los españoles durante muchos años y que es muy querida. Por tanto cuando la nueva propiedad se puso en contacto conmigo para proponerme este proyecto, no lo dude ni un momento y lo acepte encantado. Para mí ha sido un reto a nivel profesional que afronto día a día con muchas ganas e ilusión.
- ¿Cuáles fueron los primeros pasos que se dieron en cuanto a comunicación?
- Era muy importante comunicar que Trapa seguía existiendo (muchos lo desconocían) y que se iniciaba una nueva etapa de la mano de una nueva propiedad la cual ha apostado e invertido 25 millones hasta la fecha por renovar y actualizar la marca y las infraestructuras.
- Actualmente, Trapa destaca por su deseo de eliminar por completo el aceite de palma. Ha sido una campaña de marketing muy pontente…
- Como te comentaba, desde 2013 Trapa ha iniciado una nueva etapa en la que entre otros, uno de nuestros pilares es la conciencia medioambiental. De acuerdo con esto, una de las primeras decisiones empresariales que hemos tomado ha sido eliminar el aceite de palma de todos nuestros productos.
- ¿Cuál es el objetivo de Trapa, entonces, en cuanto a imagen de marca se refiere?
- Nuestro objetivo es modernizar la marca y nuestro porfolio en base a tres pilares: innovación, estilo y conciencia social y medioambiental.
- Cuenta con una amplia experiencia en comunicación dentro del sector gastronómico pero, antes, pasó por la producción televisiva en los informativos de TVE y Castilla-La Mancha Televisión. ¿En qué momento dio el salto al mundo de la gastronomía?
- Yo tenía 26 años y quería conocer otros ámbitos de la comunicación. Busque otras opciones y me pareció muy interesante trabajar en una agencia. En ese momento, la gastronomía estaba en pleno boom y por eso envié mi CV a AYC, hice la entrevista y una hora después me llamarón para decirme que el puesto era mío.
- Ha pasado también por Acción y Comunicación. ¿Cómo fue trabajar para la primera agencia de relaciones públicas española especializada en temas gastronómicos?
- Para mí ha sido una autentica escuela donde he aprendido muchísimo sobre la comunicación gastronómica de la mano de Ana Escobar. Allí trabaje 8 años desarrollando las estrategias de comunicación para marcas de alimentación como Perrier-Joüet, Bodegas Emilio Moro o Schweppes entre otras.
- ¿Se le da actualmente a la gastronomía el valor que merece en lo que a comunicación se refiere?
- Yo creo que sí. De hecho, en los últimos años la gastronomía ha ocupado un lugar muy importante en los medios de comunicación. Lo vemos en la creación de nuevos formatos televisivos, páginas enteras dedicas a la gastronomía en medios escritos y secciones en medios digitales. También en las RR.SS, muchos de los influencer hoy en día son foodies y/o cocineros, ya sean profesionales o no.
- ¿Cómo ve el futuro de la comunicación Ángel Amador?
- El futuro (o más bien el presente) de la comunicación, como en otros sectores, pasa por reinventarse sin duda. Los nuevos formatos digitales, los nuevos consumidores y por supuesto las redes sociales marcarán el ritmo de esta transformación.