Antonio Rey es el responsable de la compañía de comunicación Quotas, que, aunque bajo otra denominación, empezó su andadura en 1992. En la actualidad, cuenta con tres líneas de negocio: servicios de comunicación, consultoría de marketing y medios de comunicación. Rey hace un repaso de sus cerca de 25 años de andadura en la comunicación y de la situación del sector en Aragón.
- Su trayectoria laboral comenzó en Rey Corporación, un grupo empresarial, que nació en 1960, pero ha ido creciendo y abarcando nuevas líneas de negocio. ¿Qué papel han jugado la comunicación y el marketing en ese desarrollo?
- Ha sido una empresa muy innovadora. Fue de las primeras en utilizar determinadas técnicas de venta, de financiación al consumo, sistemas de publicidad más novedosos o que apostó por la publicidad exterior y otros soportes. Cincuenta años después. mantiene ese carácter innovador, con unas técnicas de venta y de comunicación que van por delante de lo que hace el sector. Pese a ser una empresa familiar y un negocio de venta tradicional, ha sabido adaptarse y se ha anticipado a cosas que otros de fuera han hecho después.
- ¿Y cuándo decide Antonio Rey poner en marcha una empresa dedicada al sector de la comunicación?
- Respondió más a una cuestión personal, que empresarial. Me empezó a gustar el mundo de la publicidad, luego el audiovisual,…, y eso fue lo que me llevó a montar mi propia empresa. Y conforme me iba metiendo en este sector, me iba desvinculando de la empresa familiar. Además, un hermano mío siguió una trayectoria parecida y puso en marcha otras compañías también relacionadas con la comunicación, que, al final, hemos fusionado.
- ¿Cómo ha sido esa evolución?
- La empresa de comunicación se constituyó en 1992 con más socios. Pero en 1996 se nos planteó la posibilidad de optar a la gestión del edificio que alberga en la actualidad la televisión y la radio autonómicas. Salió a licitación, nos presentamos al concurso y lo ganamos. Entonces, teníamos una agencia de publicidad y una pequeña productora. Aquello fue un punto de inflexión, ya que nos encontramos con una infraestructura que, para aquellos tiempos, era espectacular. Le dimos un viraje al negocio y nació Antena Aragón.
- Antena Aragón fue, de algún modo, el germen de lo que es hoy Aragón TV y se convirtió en el canal no estatal de referencia para muchos aragoneses. ¿Cómo fue aquella experiencia?
- Muy positiva, pese a las dificultades y las complicaciones. Quizás, de una manera un poco inconsciente, entramos en un territorio en el que la política está muy presente, pero también la competencia entre los medios. Y cuando hay políticos y medios de comunicación por medio, la cosa se complica. Pero fue una travesía muy interesante, porque se pusieron en valor unas instalaciones que nadie sabía qué valor darles. Fuimos un precedente. Abrimos la posibilidad de que hubiese un medio de comunicación regional y, otros, lo convirtieron luego en la actual televisión autonómica. Además, se apostó por una programación muy novedosa, tanto en deportes, como en cultura o informativos. Y también ayudamos a crear un tejido profesional, que antes no existía. Incluso se puso en marcha el CPA, como centro de formación.
- De hecho, muchos de los profesionales que están hoy en Aragón TV provienen de Antena Aragón. Otros han dado el salto a Madrid y no todo el mundo puede decir que ha trabajado con el padre de la Reina Letizia ¿Se considera un descubridor de profesionales de la comunicación?
- El mérito es de los profesionales no nuestro. Pero sí que es verdad que dimos la oportunidad a muchos de darse a conocer. No así a Jesús Ortiz, cuya experiencia le trajo hasta Antena Aragón Radio.
- Pero, al final, Antena Aragón desapareció. ¿Quién acabó con el proyecto?
- Acabó por avatares políticos y de otra índole. Pero, en todo caso, se cerró sola. Los socios de entonces (nosotros ya no estábamos en el accionariado) llegaron a un acuerdo después de una negociación sensata con el Gobierno de Aragón, que quería montar una televisión autonómica, pero pública. Desde el punto de vista mercantil, no sé si fue el mejor acuerdo. Pero, desde luego, era el mejor acuerdo para los actores de aquel momento.
- ¿No da pena ver desaparecer una iniciativa que uno ha puesto en marcha?
- En el mundo de los negocios hay que ser tremendamente desapegado. Especialmente, en este sector, en el que, cada cinco años, cambian los accionistas, los protagonista, los presentadores y los directores.
- ¿Cómo ve Aragón TV en la actualidad?
- De lo que yo veo, puedo decir dos cosas muy buenas: que gestionan de una manera muy razonable, incluso austera, porque el presupuesto de esta televisión respecto al de otras autonómicas es pequeño. Y en segundo lugar, que tiene unos índices de audiencia muy buenos. En cuanto a la programación, la referencia que tengo es que los informativos funcionan muy bien y que hay programas que han sido todo un éxito de audiencia.
- Su experiencia en el sector de la comunicación le ha llevado a tocar todas las áreas de esta actividad, corporativa, radio, televisión… ¿Con cuál se queda?
- Como negocio, me gusta mucho la televisión, porque te obliga a crear nuevos formatos, a investigar,… Como consumidor, me gusta más la radio.
- A lo largo de este tiempo también ha contado con diferentes socios, desde entidades financieras, como Bantierra, Ibercaja o CAI, hasta grupos de comunicación, como PRISA. ¿Con quién ha estado más cómodo?
- Conmigo mismo. Lo digo sinceramente. En cualquier empresa es complicado el tema societario, pero en las de comunicación, más. De hecho, siempre reto a que me digan algún medio de comunicación importante que tenga más de un socio de referencia. No hay. Y cuando hay, se suele discutir. En nuestro caso, hemos tenido socios tecnológicos -no muchos- y con todos hemos tenido que llegar a un acuerdo de salida. También hemos contado con socios financieros, que, aunque han sido más cómodos, han acabado siendo correas de transmisión del poder. Y con eso hemos tenido problemas. Salvo con nuestro último socio, Bantierra, con el que llevamos muchos años y no tenemos ningún problema. Nos entendemos.
- Quotas sigue apostando por la comunicación. ¿En qué trabajan en la actualidad?
- Por un lado, tenemos la agencia de comunicación, una empresa de referencia en la comunidad. Y en medios de comunicación, tenemos la General TV, que suma seis licencias (Zaragoza, Huesca, Teruel, Tarazona, Alcañiz y Calatayud) y que llega a unas 900.000 personas en Aragón. Tenemos programación local en Zaragoza y Tarazona y, entre este mes y el que viene, vamos a empezar con programación local en Huesca y Teruel. En radio, con Es Radio estamos en Zaragoza y vamos a poner en marcha emisora en Teruel. Y, por último, Poca Pasta. Es una web de ofertas, que está funcionando muy bien, porque aunque es un tema de venta por cupones, tiene la singularidad de que es una experiencia local.