- La reciente intervención de la presidenta del PP negándose a responder a la prensa provoca la reacción de la profesión.
- El Colegio de Periodistas y la Asociación de la Prensa señalan que “lesionan el derecho a la información de los ciudadanos”
12.30 horas del pasado 29 de septiembre. La presidenta del Partido Popular de Asturias, Teresa Mallada, comparece para explicar que “doy un paso a un lado y no me presentaré al próximo congreso autonómico” de la formación. Tras una extensa intervención explicativa, da por finalizada su intervención sin aceptar preguntas de los medios de comunicación. Enfado contenido en los periodistas que han acudido; no es la primera vez que un político convoca y luego solo habla él. El pasado día 15 de septiembre, sin ir más lejos, fue el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli quien utilizó este método tan antipático para los profesionales de la información.
La comparecencia de Mallada ha activado el malestar de los medios ante la imposibilidad de hacer preguntas. “No es una cuestión de un partido u otro; cada vez se dan más este tipo de intervenciones para las que no haría falta convocar a los medios; con enviar un comunicado sería suficiente”, señala uno de los periodistas afectados la semana pasada por la decisión de la presidenta del PP.
Desde la Asociación de la Prensa de Oviedo y del Colegio de Periodistas de Asturias, su presidente, Ceferino Vallina, señala que este tipo de prácticas “constituyen una falta de respeto hacia los medios y hacia los ciudadanos”. Desde el Colegio y la Asociación “y también desde la FAPE, siempre hemos denunciado estas comparecencias”.
Constituyen una falta de respeto hacia los medios y hacia los ciudadanos
Vallina considera que la imposibilidad de hacer preguntas “lesiona el derecho a la información, supone una falta de transparencia y atenta contra la libertad de prensa”. Se trata en definitiva de un ejemplo de “malas prácticas que a quién más afecta es a los ciudadanos”.
Algunos medios se plantean no acudir a estas convocatorias
Que no se trata de una cuestión de un partido, lo constata el hecho de que aún se recuerda con desagrado la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace algo más de un año en la Universidad Laboral de Gijón. “Se nos trató de forma indecorosa”, apunta un profesional de la radio, que recuerda que “se nos metió en una sala e incluso se nos impedía mirar por la ventana”. Aquella visita dejó mucho malestar en los medios.
Otro asiduo de las comparecencias públicas de los políticos indica que se trata de una “artimaña para que vayas creyendo que le podrás sacar más jugo a lo que dice, y luego te encuentras con la lectura de un comunicado”. Es cierto, añade, “que no es una práctica habitual, pero sí algo que antes no se le ocurría hacer a casi nadie”. De hecho, algunos medios se están planteando no acudir a este tipo de convocatorias.