- La campaña turística de Gijón presenta su séptimo principio relatando las experiencias de un grupo de ciudadanos por mantener las tradiciones romanas
“Hace unos 2.000 años, tras el final de las guerras asturcántabras, el imperio romano se asentó en lo que hoy es el concejo de Gijón/Xixón. Se preocuparon, sobre todo, de dejarnos un montón de restos arquelógicos para nuestro regocijo: las termas de Campo Valdés, la muralla, la villa de Veranes… Bueno, eso y la sidra. Ah no, la sidra no la trajeron ellos”. Así se presenta un nuevo capítulo más de la campaña turística de Gijón: Gijonomía/Xixonomía. Los romanos y la sidra, protagonistas.
Si la campaña desembarcó en su última parada en el mundo de la gastronomía, y más concretamente en el cachopo, ahora le toca el turno a la bebida asturiana por antonomasia: la sidra. Los romanos se instalaron en Gijón y sus alrededores hace unos 2.000 años, y prueba de ello son los restos arqueológicos que hoye se pueden disfrutar en Cimadevilla, la Campa de Torres o Veranes.
Para poner en valor esa secular presencia, un grupo de gijoneses se esfuerza por mantener la cultura, las tradiciones y la lengua de los romanos. Y eso es lo que destaca la campaña de Gijonomía. Su séptimo principio: “El agua es el principio de todo. ¿O no?”, en el que se combina la explicación histórica que plantean esos vecinos que recrean –vestidos de romanos—la historia de hacer 2.000 años. Y de como pudieron hacer de la sidra, en aquel momento, su bebida preferida. ¿O no? Eso ya es otra historia.
La campaña de turismo “Gijonomía” –que cuenta con Avante como agencia de medios–, se centra en las gentes de Gijón y su filosofía de vida. Por eso, la campaña, que ya fue explicada en Extradigital Asturias, ha contado con un tratado, una suerte de un estudio antropológico de la ciudad y sus alrededores, sus rincones, sus costumbres, se recoge información sobre la historia de Gijón, las costumbres y la identidad, la gastronomía, los principales recursos y atractivos turísticos… Pero, ante todo, sobre las personas –algunas de ellas muy peculiares—que dan personalidad a la ciudad.
