- Ha pasado de una audiencia media del 7,4 % en enero al 4 % de septiembre, bajando seis puestos en el ranking de autonómicas más vistas
El mes de enero comenzó para la televisión autonómica asturiana (TPA) con muy buenas sensaciones. Presentó una cuota de audiencia del 7,4 %, lo que le suponía ser, proporcionalmente, la sexta autonómica más vista de España. Las cifras eran aún mejores en los programas estrella de la cadena, los informativos; éstos presentaban una audiencia media que superaba el 13 %. Los datos, recogidos en el informe mensual elaborado por la agencia Barlovento Comunicación, invitaban al optimismo.
Avanzaron los meses y se llegó a mitad del año, junio. Todo había cambiado. La audiencia media bajaba al 5 5 y los informativos sufrían un descenso espectacular: 8 ,9 %. Pero los datos aportados por el informe de Barlovento correspondientes a septiembre son demoledores:. 4 % de audiencia media y un 7 % en los informativos. La TPA se situó en el puesto 12 de las autonómicas más vistas. ¿Tiene final esta sangría de audiencia? Y, sobre todo ¿cuáles son las causas de la misma?
Un veterano periodista, muy activo en las redes sociales, Xuan Cándano señalaba recientemente en un post de X lo que pueden ser las claves de la falta de interés de la audiencia por la programación de la televisión autonómica. Decía así: “Pena que la TPA nun tenga un programa de humor pegao a la actualidá (nin de música, nin tertulias, nin series…)”. Diversos periodistas vinculados al mundo audiovisual han apuntado un “desgaste de materiales”, como lo definió uno de ellos. “Durante años, los programas muy vinculados al mundo rural, al folclore y a la cultura tradicional tuvieron buena respuesta porque era una novedad”, señala el guionista de uno de los primeros programas que recorría los pueblos de Asturias, “pero no se puede estar siempre haciendo lo mismo”.
Aunque todas las personas consultadas coinciden en la necesidad de que existe una televisión autonómica, sí se detecta cierta frustración con la actual programación. “Los programas musicales son rancios, con artistas muy cuestionables y con recursos técnicos muy pobres”, señala un periodista ya jubilado que presentó un programa en la cadena pública. Y ahí se encuentra otro argumento para explicar por qué las audiencias huyen de la TPA: los medios técnicos. “La renovación no ha llegado, contamos con medios muy desfasados y eso se transmite en una calidad de imagen muy alejada de los estándares de hoy en día”, señalan fuentes sindicales del ente. Es cierto que si alguien sintoniza en su televisión la TPA, se comprueba una imagen poco nítida en comparación con otras cadenas”. Ya en 2020, el director general del ente, Francisco González Orejas, alertó de que la falta de inversión en material técnico ante la “insuficiencia presupuestaria” podría “poner en peligro las emisiones.
Las causas quizá hay que buscarlas en unos presupuestos muy ajustados. La media se sitúa en los 20 millones de euros, muy alejados de los 230 millones de TV3 o los más de 100 de TVG. En cualquier caso, existe preocupación entre los trabajadores de la TPA, algunos de los cuales coinciden con el diagnóstico que el periodista gijonés Damián Barreiro apuntaba no hace mucho en el digital Nortes: “La TPA ye una canal que nun aspira a ser influyente y marcar l’axenda, que vive cómoda ensin xenerar debates y que, en momentos estraordinarios como los incendios, sigue emitiendo la peli de vaqueros o «El Picu» como si nun pasara nada”. Mientras, los buenos profesionales que trabajan en la TPA intentan sacar adelante un proyecto que nació con mayores aspiraciones de las que hoy en día cumple.