- Protección, eficiencia y ahorro son tres de las ventajas que aporta un empaquetado con una máquina de embalaje, sin olvidar su imagen, que es lo primero que ve el cliente cuando recibe el producto
La calidad, la atención al cliente o las ventas son tres aspectos a los que las empresas prestan una gran atención antes de lanzar cualquier producto al mercado. Sin embargo, hay veces que descuidan dos cuestiones fundamentales del customer journey y que pueden provocar que un camino de éxito hasta entonces finalice en fracaso: el packaging y el embalaje. Y es que, al fin y al cabo, el empaquetado es lo primero que ve el cliente cuando recibe el producto. Y no solo eso, lo más importante de un buen envoltorio: conseguir que la mercancía llegue en buenas condiciones y sin ningún tipo de incidencia. Para ello, el hecho de que las empresas cuenten con máquinas de embalaje propias puede ofrecerles importantes beneficios, siendo la protección, la eficiencia o el ahorro alguno de ellos.
Existe una amplia gama de máquinas de embalaje para llevar a cabo todo tipo de embalajes de manera automática. Desde precintadoras de cajas o flejadoras hasta formadoras de cajas o envolvedoras de palets. Son, sin duda, herramientas que no solo permite ahorrar tiempo, sino hacer de todas las tareas de empaquetamiento algo mucho más sencillo y eficiente.
Al utilizar máquinas de embalaje, los productos quedan bien envueltos y protegidos, evitando así cualquier daño potencial debido a la suciedad, el polvo o la humedad. Además, un envoltorio consistente protegerá el material de posibles golpes y lo hará más resistente ante condiciones más duras, como el almacenaje en exteriores o un transporte de larga distancia, en el que los paquetes pueden sufrir más golpes o cargas.
Más seguridad
Asimismo, el embalaje automático no solo mejora la seguridad del producto que se envuelve, también la del trabajador que debe realizarlo. Y es que, utilizando máquinas de embalaje, se reduce prácticamente a cero el riesgo al que se expone la persona que se encarga de realizar el empaquetado, así como quien realiza su manipulación posterior.
Otra de las ventajas que aporta el uso de máquinas de embalaje es el ahorro de tiempo. Embalar manualmente palés, cajas y otros productos es un trabajo muy tedioso, en el que, además, hay que invertir mucho tiempo. Y no solo se puede ahorrar tiempo. También material. Para obtener el máximo rendimiento, el film de plástico que se utiliza para el embalaje debe ser estirado al menos un 150%. Y mientras que el enfardado a mano solo llega al 30%, una máquina puede alcanzar más del 300% sin alterar la integridad del material y la calidad del embalaje.
Asimismo, las modernas máquinas de embalaje permiten controlar la cantidad de plástico que se aplica en cada envoltorio, lo que supone un gran ahorro de material consumido. Y, por tanto, se minimiza su impacto medioambiental y se ayuda a mejorar la sostenibilidad del proceso.
