Se cumple casi 50 años de la crisis del petróleo en 1973, y nada ha mejorado desde entonces. Hoy la recuperación económica en un escenario de pos vacunación peligra, se ve lastrado por el precio de los combustibles fósiles (la vida sigue igual) y los suministros corrientes, con la luz a la cabeza de nuestros principales quebraderos.
Y en medio de todo este panorama llega el mantra resolutivo de todos los años. Una solución a golpe de muñeca y que se actualiza directamente en nuestros teléfonos móviles. Hablamos del cambio de hora, que esta noche cuando sea las 3:00 marcarán las 2:00.

Una práctica que nace en plena I Guerra Mundial cuando Alemania decidió ajustar por primera vez el reloj para ahorrar combustible. En la actualidad se sigue empleando para ajustar la jornada laboral con la luz natural para reducir el consumo energético. En el plano práctico, prescindir de encender las luces a la hora de levantarse por la mañana o durante las horas de trabajo.
Pero, ¿de cuánto ahorro estamos hablando? El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estima un ahorro energético de un 5% con este horario, que con la suma de todos los hogares, sector servicios e industrias se traduce en cerca de 300 millones de euros.
Con los nuevos tramos horarios en la factura de la luz, son muchos los que se preguntan qué ocurrirá con las franjas horarias de la luz y el cambio de hora pero, desde Gana Energía, explican que se mantendrán como hasta ahora: “Con el cambio de hora, nos beneficiaremos de más horas de sol por la mañana, cuando el consumo de luz es mayor, por lo que podremos prescindir de encender las luces”, señala Antonio Picazo, CEO de la compañía.
¿Será el último cambio horario?
Este cambio sigue generando polémica contando con partidarios y detractores y un debate que se repite año tras año.
En 2018 la Comisión Europea realizó una encuesta ciudadana sobre el cambio de horaque dio como resultado un 84% de participantes a favor de eliminar los cambios de hora y optar por un horario fijo durante todo el año. En el caso de los españoles, el 95% de los encuestados optaban por suprimir el cambio horario.
Desde entonces, Europa planteó fijar un horario único para los países miembro pero la toma de la decisión se vio retrasada por la pandemia por lo que a día de hoy sigue en el aire.