Es el líder de la tarde en la radio de España, también un referente del periodismo español. Carles Francino (Barcelona, 1958) nos abre de par en par su «Ventana» para hablarnos, claro y directo, sobre COVID, periodismo y el futuro de la industrias radiofónica.
Me gustaría aprovechar el comodín de la primera pregunta para que trasladaras un mensaje de cautela a la sociedad respecto al COVID. ¿No cree que el efecto semántico de la palabra vacuna está actuando de placebo y se está bajando la guardia?
No tengo duda en eso. Se han repetido tanto los llamamientos a la prudencia y a la paciencia que da hasta cosa insistir. Tenemos suficiente información para saber que esto no ha terminado. Estamos más cerquita, este verano será mejor y más tranquilo, y que si todo va bien la segunda mitad del año puede ser cojonuda a todos los niveles. Falta un poquito más de pedagogía por parte de quien tiene la voz principal que son las autoridades. Tampoco quiero que sirva de coartada porque creo que cada uno de nosotros tiene margen de decisión y autonomía suficiente para ser sensatos. No valen excusas, tenemos que huir de los comportamientos que claramente siguen siendo de riesgos. Hagamos este último esfuerzo porque si no acabaremos mal, y sería una pena que pase como en las guerras, que cuando están a punto de firmar el armisticio te cae una bomba, te mata y luego dicen: ¡Qué mala suerte ha tenido!.
¿Y cuál es el estado de salud del periodismo en España? ¿Cree que ha estado el periodismo a la altura de estas circunstancias frente a la pandemia y la desinformación?
Utilizaría mejor la metáfora escolar, pues creo que “Necesita Mejorar”. No quiero ser ni un cenizo, que todo lo hemos hecho mal porque no es verdad y no se puede generalizar. Pero tampoco, no todo, se ha hecho bien. No hemos sabido a veces encontrar un punto de equilibrio en la necesidad absoluta de informar y convertirlo todo en un parte de rutina cada día, primero con los muertos, luego con los contagiados y ahora con los vacunados, convirtiéndolo en una especia de carrusel.
Hay una parte de reflexión que nos debemos a nosotros y a la ciudadanía sobre cómo actuar en tiempos tan complicados como estos. Bien es verdad que una parte de la información que debíamos y debemos compartir es tan confusa, tan crispada, tan inconveniente, y me refiero a la política, que no nos los han puesto fácil. De la misma manera te digo que el periodismo ha jugado un papel de acompañamiento y utilidad, la radio en concreto, como muy pocas veces. La radio siempre ha estado ahí y en situaciones tan adversas y complicadas yo creo que hemos dado la cara. Y yo al menos me siento muy orgulloso.
¿La polarización política está contaminando, contagiando, también al periodismo? ¿Existe el periodismo hooligan?
Si, pero eso no es de ahora sino de mucho antes de la pandemia. El periodismo de trinchera es uno de los males peores y más peligrosos que tenemos en este oficio desde hace mucho tiempo, que por desgracia ha ganado terreno en España. Hoy es un mal general y creo que nos hemos dejado ganar mucho terreno porque nos dedicamos en buena parte a ser unos simples altavoces que reproducimos las hostias que se dan unos contra otros. Nos contaminan porque nos dejamos, hace mucho tiempo que estamos cediendo terreno y minutos a una forma de hacer política que para mi no es importante. Es el modelo “Sálvame”, donde está España desde hace muchos años.
La política es debatir sobre la Ley de Eutanasia, las agresiones homófobas, el machismo, la sanidad, la educación o las infraestructuras. Y esa es la política que hay que defender a ultranza. Pero el periodismo de declaraciones, de ataques, a mi me parece que no tiene interés, y además enreda y contamina.
¿Las redes sociales ayudan al periodismo o le están haciendo un daño terrible?
Las dos cosas. En algunas ayudan y facilitan la transmisión de nuestro trabajo de una forma impresionante, y en otras lo empozoñan. Pero depende de nosotros. Dado que las redes tiene una parte, no toda, de barra de bar a las cuatro de la mañana todos borrachos, pues no nos metamos o actuemos los periodistas así. Que cada uno en su ámbito responsabilidad lo reflexione. A mi me parece que las redes sociales son un elemento de comunicación bastante bueno pero dependen del uso que se les de. Si acaba en las manos de los gritones, odiadores, los que insultan y los que mienten, pues que esté en las redes su puta madre. Yo ahí no pinto nada.
La transformación de la industria está cambiando todo lo que hemos conocido. ¿Usted qué piensa cuándo Ibai es capaz de concitar más audiencia en su canal de Twitch que los grandes programas de la televisión?
Hay una cosa absolutamente dañina con todo el tema de las redes sociales que es la fiebre del clickbait, si seguimos adecuando cómo contamos o titulamos una noticia al “cuánto más mejor” vamos a quedar lelos. Para mi dos de las grandes amenazas que tiene el periodismo son la precariedad pero también la confusión, hacer pasar por periodismo cosas que no son periodismo, noticias que no son noticias, y si encima nos metemos en titular algo llamativo para que la gente entre, y luego ya le contaremos lo que hay de verdad, estamos perdiendo algo fundamental que es la confianza. Si se quiebra la confianza entre el periodismo y la ciudadanía estamos muertos.
En cuanto a Ibai, me parece que es un ejemplo de que el mundo se está transformando y ole por él. No son cosas incompatibles, Ibai apuesta por unas formas de entretenimiento masivo que guarda puntos de conexión, por ejemplo, entre el deporte y una forma particular de narrar con sello propio que tiene mucha audiencia. No hay ningún problema. El caso de Ibai es de un entretenimiento muy bueno, porque él lo es, y no tiene que incompatible con los medios ortodoxos, más convencionales. No me genera ninguna angustia. Además, en el caso de la radio pienso que todo lo que viene por la vía tecnológica sumará. Con el papel eso otra cosa, el modelo de negocio está en crisis y está buscando otras alternativas como el muro de pago, o lo que sea.
Los jóvenes buscan formatos de audio que no son radiofónicos. ¿Qué futuro le espera a la radio convencional o musical que ahora conocemos?
No soy experto en nada, tampoco en radio musical. Pero tengo una opinión que sí la expreso como consumidor. Está perdiendo terreno porque ha renunciado a un papel fundamental, la prescripción. Si no les das un valor añadido pues se va a Spotify. En el caso de la radio generalista seguiremos produciendo audio, todo en la radio es audio, bien en directo, diferido, a la carta o en podcast específicos. Estamos sumando, y creo que el futuro de la radio es impresionante.
La SER está entrando en la batalla de los podcast. ¿Le apetece hacer alguno más allá de su programa?
No lo descarto.
Deme algún consejo practico para los jóvenes que quieren ser periodistas. Creo que los tenemos asustados con tanto pesimismo en torno a la industria.
No soy quien para dar consejos. Lo único que planteo cuando me hacen esta pregunta, es que si alguien quiere dedicarse al periodismo que sepa exactamente que es este oficio. Que no lo confunda con otra cosa. Esto no va ni de ganar dinero, ni de hacerse famoso ni de ganar influencias. Va de contar a la gente las cosas que pasan a su alrededor para que entiendan el mundo. Si esto te gratifica fantástico, si no hay otras opciones profesionales totalmente válidas.