- Fue el dircom más votado en el primer Once Ideal de Dircom de la Comunidad Valenciana y resulta fácil de entender cuando conoces el proyecto de Cuatroochenta.
- Su experiencia como periodista le ha valido saber detectar los temas de interés para plantear una comunicación ‘coherente’ y de calidad.
Se licenció en Humanidades, pero ejerció como periodistas hasta 2008. Su cambio de miras profesionales le llevaron hasta 480, una empresa tecnológica de Castellón que hoy está presente en medio mundo. Vive la comunicación con la necesidad de contar un relato repleto de credibilidad y coherencia. Con la compañía en plena expansión, ha aprendido y aprende cada día a escuchar, pero sabe que para que el mensaje sea efectivo debe ser constante. Hablamos con David Hernández.
-¿Cómo se produce tu entrada en empresa Cuatroochenta?
-En 2008, dejo la prensa escrita. Estaba dirigiendo la delegación de un diario – Las Provincias- en Castellón. Acabé saturado y es cuando abrí web cultural ‘Nomepierdoniuna” y empecé a hacer colaboraciones con Espai d’art contemporani o Rototom, entre otros. En ese momento, iba buscando emprender y actualizarme. Entonces, conozco a Alfredo Cebrián. Conectamos enseguida.
En 2010-11, fue cuando surgió la idea de Cuatroochenta con Sergio Buado que es su socio. En principio era una empresa de desarrollo de aplicaciones móviles. Desde el minuto cero, empecé a comunicar, les hice la web, pero lo hacía de manera externa. Fue una semilla. La empresa fue creciendo y yo con ella. Al principio compatibilizaba el trabajo con otras iniciativas que te he comentado hasta que hace 5 ó 6 años, entré en plantilla.
-Me sitúas la empresa. Que ha crecido exponencialmente desde 2018. Como crece el departamento de la Comunicación
-La comunicación siempre se ha trabajado bien, aunque no fuera un requisito indispensable. Alfredo es publicista el CEO y siempre le dio mucha importancia y al poco de echar a andar, tenía plena autonomía. Hablábamos el mismo idioma y hemso tenido muy buena sintonía, lo que nos permitía afinar el mensaje.
Hasta hace 5 años, era la persona que lo hacía todo: acciones de marketing, web, relaciones con los medios … a partir de ahí se crea un departamento de Marketing que lleva Sergio López, todavía hoy. Al principio su departamento estaba enfocado a cliente, porque durante un tiempo dimos servicio de marketing online para clientes. Con el tiempo, eso lo fuimos quitando para centrarnos en el tema de tecnología y software y toda la estructura de comunicación y marketing para Cuatroochenta.
Digamos que hubo una bifurcación, donde comunicación empezó a centrarse en reputación, marca y marketing se ancló a nuestro departamento de Business Data. Desde ese momento, Comunicación fue creciendo por un lado por las propias necesidades de contar con más volumen y tener que llegar a más sitio. Luego también por las empresas adquiridas donde había personal de comunicación y marketing que tenían perfiles que nos han interesado unirlos a nuestros departamentos.

-¿Ahora como está compuesto?
-En la actualidad, somos 5 personas y una persona de prácticas.
-¿Qué perfiles?
-Una viene de Publicidad, otra de Comunicación y dos de periodismo. Una persona lleva la web y toda la parte que se conecta con marketing. Otra, comunicación interna y todo lo que s la cultura corporativa. Una tercera que lleva el podcast y toda la comunicación relaciona con la Universitat y el ecosistema que tenemos de innovación y emprendiemiento. Por último, otra se encarga de la parte de audiovisuales que es la que está conectada con el departamento de Diseño y con una productora audiovisual externa que también está en Espaitec. Yo me encargo de la coordinación.
-¿No hay nadie especializado en medios?
-Las llevamos entre Asún y yo. Por mi experiencia en medios la solía llevar, pero con la entrada de los grupos inversores nos apoyamos ahora con Atrevia.
-¿En qué os estáis centrando, me refiero a los objetivos?
-Te diría que tenemos dos prioridades o tres y son fáciles de entender. La estrategia más importante es la de posicionamiento de 480 a través de contenidos para generar reputación y confianza. Llevamos trabajando con mucha coherencia desde hace 10 años este aspecto. Date cuenta de que cuando empezamos las aplicaciones de móviles casi no existían. Teníamos que explicar qué eran: evangelizar desde cero.
Es importante puntualizar que somos una empresa B2B, no vamos a cliente final, quizás por eso no necesitamos ese perfil de medios que comentabas. Nuestro cuore se mueve en el ámbito relacional y reputacional. Desde siempre, y en sentido positivo, hemos ido arrastrando la necesidad de explicar la tecnología, porque a veces vamos por delante y hay que explicar esas necesidades. Por supuesto, siempre adaptándonos. Ahora estamos especializados en Facilty Management, Facilities Services. Estamos situados en Ciberseguridad, desarrollo de software ad hoc para empresas, aplicaciones … y lo hacemos con videos, artículos de divulgación, con el podcast de tecnología, que no es de marca, lo hacemos con las charlas itinerantes que hacemos de la mano de partners.
-¿Desde cuándo estáis con el podcast?
-En septiembre del año pasado. Ahora en junio acabaremos la primera temporada y ya tenemos planificada la temporada que viene.
-Las otras prioridades, que te he interrumpido …
-En esa línea, añadir que trabajamos otros formatos y canales como redes, web, newsletter, un canal de Youtube muy activo. La segunda prioridad es el público interno. Somos 260 personas en 60 países, un montón de oficinas, gente que se incorpora y con culturas diferentes. Estamos poniendo mucho acento en este punto pues trabajamos con bastante dispersión del equipo y un sistema híbrido. Es importante generar mucho flujo de información. Hay una persona dedicada a ella.
Hay dos eventos anuales que nosotros le damos mucha importancia: el estatus general. Viene toda la empresa a Castellón para explicar estrategia y objetivos y hacer piña. Este año esperamos ser unos 170, aún mantenemos el formato streaming.
Desde que somos BME Growth, empresa cotizada, lo que nos ocupa mucho es la comunicación con los accionistas e inversores, con una estrategia específica. Lo que intentamos, que es el reto más importante, es que todas estas cosas estén unidad y tengan una coherencia y no generara disonancia. Hemos sido una empresa muy transparente desde el principio.
-Ahora que parece que volvemos a la normalidad, ¿qué parte de la comunicación online de la pandemia os quedáis y que estáis implementando?
-Es una cuestión que está generando mucho debate interno en la empresa. Estamos adaptándonos. No hemos tomado decisiones radicales. Lo que estamos haciendo, poner todas las condiciones para que la gente siga trabajando con el objetivo de productividad, no de presentismo.
Antes de la pandemia, nosotros teníamos una cosa bien resuelta y es que trabajábamos pro proyectos. Tenemos horarios flexibles. Las horas que trabajas las tienes que vincular a un proyecto. El teletrabajo lo utilizábamos poco.
-Pero me refiero más al cómo …
-Va en la misma línea. Nos estamos adaptando. La pandemia ha forzado algunas cuestiones y creo que se quedarán. Por ejemplo, hacíamos el vermú online y ahora ya hemos vuelto al presencial (sonríe). Pero los mensajes eran los mismos porque eran digitales.

-Respecto a los eventos, promovidos por vosotros y asistencia activa, ¿cuál es vuestra apuesta?
-Tras la saturación inicial de los webinars al principio de la pandemia, estamos también valorándolos. Sí hemos aprendido a derivar ciertas acciones, por ejemplo, esta entrevista o algunas reuniones con clientes (de Latinoamérica) y eso se quedará. Se han normalizado estos aspectos, pero también nos hemos dado cuenta de que online se perdía la atención.
Creo que cuando algo sea estratégico o importante, vas a ir y para testear, lo vas a hacer online.
-¿Crees que nos hemos vuelto más selectivos? ¿Lo va a a ser la empresa a la hora de ser un partner?
-Absolutamente.
-Volviendo a ese carácter B2B, hay una saturación informativa. Para Cuatroochenta, ¿hacer ese acercamiento a cliente o partner, qué priorizais?
-Los periodistas tenemos muchas taras, pero una cosa que se nos da bien es saber ver los temas, identificar lo que va a ser de interés. Además de saberlos enfocar. En nuestro caso, creo que hemos sabido darle más importancia a la calidad que a la cantidad. Priorizarlos ha sido fundamental. También hemos dedicado esfuerzo al equilibrio, es decir, no tratar a tu interlocutor ni como un tonto ni como un listo.
En las empresas tecnológicas, siempre tenemos la tendencia de tratarlos de listos a pesar de que no todo el mundo sabe de lo que estamos hablando, pero luego te das cuenta de que hay que evangelizar. Explicarlas. Esos equilibrios son importantes trabajarlos bien y de manera constante. Un aspecto que me he dado cuenta es que se empieza un proyecto y enseguida se deja. Nosotros empezamos Youtube hace tiempo y poco a poco, como gota malaya, hemos ido creciendo. El podcast ya estamos por 20.000 descargas acumuladas que está muy bien para un público específico.
-Profesionalmente, ¿a través de que medios sigues las tendencias?
-En el departamento una de las cuestiones que más me gustan es que todas las mañanas hablamos de estas cuestiones. Estamos suscritos a un montón de news y medios, ese cruce de información para mi es la vida.
-¿Cuánto te ocupan estas tareas?
-Es lo primero que hago por la mañana. El que más me mola Jordi Pérez Colomer, escribe de maravilla, por decirte uno.
-Aunque hace ya un tiempo, no podemos olvidar que eres nuestro número 1 del Once Ideal Dircom de la Comunidad Valenciana¿Qué supuso para ti estar ser el número?
-A mí me da mucho palo todas estas cosas. Fueron los compañeros los que me dijeron que había que moverlo y yo decía dejarlo que ahí hay gente muy importante y grandes empresas. Nosotros somos pequeños. Lo hemos vivido con risas y agradecimiento.
-Por último, un consejo profesional para ser un buen director de comunicación…
-Siempre voy a cosas muy básicas y poco originales, pero es que lo siento así. Primero: sentirse parte del proyecto e involucrado. Saber qué estás comunicando. Tiene una parte de vuelta y es que confíes en ti. Lo importante: no perder la perspectiva de qué queremos decir y a quién.
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