Quizá su padre fue la inspiración o lo suyo era algo vocacional pero, eligió una profesión en la que creía y con la que dice haber disfrutado, crecido y aprendido. Tras formarse en Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, David Espinar ha pasado buena parte de su carrera entre micrófonos y casi siempre ligado al deporte. A día de hoy reconoce no sentirse muy identificado, y sí algo decepcionado, con la forma de hacer periodismo y con lo banal que, en muchas ocasiones, se convierte la profesión.
Aunque su llegada a Castilla y León estuvo centrada en el mundo del vino, como responsable de Comunicación en Emilio Moro, el fútbol volvió a cruzarse en su vida. Hoy, Consejero y Director del Gabinete de Presidencia del Real Valladolid, puede presumir de ser el hombre en quien Ronaldo confió, hace casi una década, para encargarse de gestionar su imagen.
David Espinar nos abre las puertas del Estadio José Zorrilla para hablar de Comunicación y fútbol, sí, pero también para que conozcamos un poco más a este periodista de origen catalán que, desde hace unos años, ha hecho de Valladolid (y del Valladolid) su casa.
¿Mejor cafetería para un buen desayuno? ¿Con qué medio te informas?
No soy una persona que suele desayunar pero sí me tomo un café todas las mañanas en el Mestizo, en Valladolid. Ya no leo los periódicos como antes, ahora me mandan un resumen de lo que atañe al Real Valladolid y, al resto de cosas, no le hago un gran seguimiento. Me aburre la política y, aunque me gusta la economía, la mayoría de informaciones que se publican creo que están manipuladas.
Antes de llegar donde estás has pasado por los medios, como la radio o la prensa escrita… ¿En qué momento decides pasar al otro lado de la Comunicación?
A mí siempre me llamó la atención el mundo de la comunicación, pero nunca se dieron las condiciones para entrar en ese mundo.
Debo ser de las pocas personas que ha rechazado ser jefe de prensa del FC Barcelona y del Real Madrid. No era el momento.
Cuando me llegaron esas propuestas elegí, en el primer caso, seguir siendo periodista y, en el segundo, seguir con Ronaldo. Salto del periodismo al mundo de la Comunicación cuando Ronaldo, en 2004, me enseña un recorte de un diario del Washington Post que decía que él era la persona más importante del mundo, solo por detrás del Papa y de George Bush. Él quería alguien que se encargara de gestionar eso, y había pensado en mí. Ahí decidí que convenía dar el salto.
¿A quién le debes más profesionalmente o quién ha sido tu maestro?
Yo he intentado aprender de todo el mundo, y aún lo sigo haciendo pero, como periodista, mi gran maestro fue Fernando Borderías, jefe de deportes de Cope en Barcelona y que, estando yo en Onda Cero, me contrató para irme a la redacción de deportes con él. Siempre diré que es de quien más he aprendido, porque me enseñó a ser persona antes que periodista. ¿Otros? José María García. Con él compartí 4 años maravillosos en Cope y aprendí muchísimo, sobre todo el valor de la verdad.
¿Tu periodista de referencia?
Coincide con la respuesta anterior.
12 horas en… (¡Respuesta express!)
Zamora, para conocerla, que es algo que tengo pendiente.
¿Qué libro estás leyendo actualmente?
La buena magia, de Darwin Ortiz.
Un lugar o local que pocos conocen y que te apasione…
Es un lugar bastante conocido pero… La Bodega La Sorbona, en Fuensaldaña.
¿Y un lugar para un evento?
El Estadio José Zorrilla.
¿Con qué profesional de la comunicación/medios te gustaría vermutear y dónde?
Con Jorge Losada, en El Bar, en Valladolid.
¿A qué plato/tapa típico le invitarías?
A torreznos.
¿Cuál es tu campaña o anuncio favorito?
La campaña de abonados de la temporada pasada del Real Valladolid.
¿Qué canción pedirías en Radio Fórmula?
Cualquiera de David Bowie.
¿Qué programa de la tele recuerdas más de tu infancia?
Hay varios pero había uno de OVNIS, del doctor Jiménez del Oso, que me encantaba. Se llamaba ‘Más allá’.
También recuerdo la noche del 23 de febrero de 1981. Mi padre, que era reportero gráfico, se quedó encerrado en los estudios de televisión en Barcelona y, recuerdo que por la noche había una película de guerra que se llamaba ‘El día más largo’. La tengo grabada porque yo no estaba acostumbrado a ver la tele a esas horas y por todo lo que estaba ocurriendo que, aunque había visto las imágenes del golpe de estado por la tele, no entendía qué estaba ocurriendo.
Hablemos de fútbol, y de comunicación, claro. ¿Qué lugar ocupa ésta en el día a día de un club como el Real Valladolid? La imagen de marca de un club también se la juega en el campo, ¿no es así?
La Comunicación es muy importante, ocupa un lugar prioritario. Al final, todo comunica. Si tenemos un estadio hecho una basura, comunica, si está hecho un palacete, comunica también. Los jugadores, los empleados, con sus gestos, con sus comportamientos comunican. En el fútbol, y en todo, la Comunicación es prioritaria.
Entonces… teniendo en cuenta que un escudo es parte (importante) de la identidad del club, ¿cómo se gestionó desde el departamento de Comunicación todo el revuelo que supuso el nuevo escudo? La redes ardieron…
Sabíamos que el cambio de escudo iba a tener respuesta al cambio, como pasa con todas las decisiones, pero también sabíamos que era la mejor decisión para que el club pudiera crecer, y la tomamos convencidos. Por supuesto, se puede discrepar de si gusta o no. Desde Comunicación la premisa número uno fue ser respetuoso, tanto con la decisión que el club había tomado como con las opiniones que pudieran llegar en contra.
Yo, como consejero del Club y portavoz, tuve que atender a los medios y también a los abonados que pidieron hablar con alguien de dentro. En todos los casos, les escuché y les expliqué los motivos de la decisión.
A pesar del movimiento en redes, si la primera premisa es el respeto, eso te quita mucho trabajo de encima. Escuchar no era ponerse a discutir. Era un tema de crecimiento del club y sabíamos que debíamos adecuarlo a la sociedad a la que vivimos, por eso tomamos la decisión.
Son tiempos algo convulsos y donde la información resulta, a veces, difícil de gestionar. Hagamos una reflexión sobre el sector… ¿Qué podemos esperar del periodismo y la comunicación en el deporte y en qué debemos poner el foco?
El fútbol no tiene comparación con nada, tanto a nivel de actividad como de comunicación, de respuesta de los aficionados, etc. Si otra empresa cambia su logo, no pasa nada. Aquí sí. Somos un sector muy importante al que se hace de menos en muchas ocasiones, pero pocos habrá en España que paguen tantos impuestos y tan puntualmente como el fútbol; o que tengan el control económico que tiene el fútbol profesional o que generen empleo directo, o indirecto, relacionado exclusivamente con su actividad.
No hay sector que mueva cientos de miles de personas cada fin de semana, que fomente el turismo, la hostelería, industrias paralelas… Todo esto el fútbol lo ha comunicado fatal y creo que, aun hoy, no somos un ejemplo de buena comunicación.
El fútbol tiene mucho que aprender de comunicación y saber trasladar que es un sector que mueve mucho más que 22 personas jugando a un deporte. Nosotros somos una actividad esencial para cualquier país.
Respecto a los medios, no puedo hablar de ellos solo en el ámbito deportivo porque creo que la degeneración del periodismo es global. Hemos permitido que personas que no son periodistas manejen los medios de comunicación desde dentro y que personas que tampoco son periodistas, los manejen desde fuera.
La redes sociales han pervertido al periodismo y han convertido al sector en una herramienta más que en un altavoz.
Al final, muchos periodistas escriben lo que la gente quiere oír y no lo que debe saber. Todo esto viene motivado por el sistema que tenemos hoy en día de los clics y los ‘me gusta’ que hacen que el periodismo haya perdido calidad.