Defienden la corregulación de los medios al abordar casos de desapariciones de personas

  • La consejera del CAA, Carmen Morillo, recuerda que la deontología profesional es imprescindible cuando se abordan asuntos que son de interés general
  • En su opinión, los medios de comunicación y los profesionales no han dado a la ética periodística la trascendencia necesaria

La consejera del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) Carmen Morillo participó el pasado martes en la X Jornada ‘Somos Radio’ organizada por Radio Sevilla, de la Cadena Ser, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, en una mesa que lleva por título «Código de conducta ante los casos de personas desaparecidas«. En su intervención, Morillo defendió la necesidad de que los medios de comunicación se rijan por un sistema de corregulación, como ocurre en otros países de nuestro entorno, a la hora de abordar este tipo de casos.
«A diferencia de lo que sucede en otros países europeos, las normas que garantizan que los medios ejercen el derecho a la información y la libertad de información respetando la deontología profesional son en España de adopción voluntaria«, recordó la consejera del CAA, que citó los incumplimientos detectados por el Consejo en la cobertura del caso Marta del Castillo, donde más de la mitad de las televisiones analizadas emitieron de forma reiterada imágenes o datos que permitían identificar a los menores implicados en este suceso.
En su opinión, los medios de comunicación y los profesionales de la información en España no han dado a la ética periodística la trascendencia necesaria, sobre todo cuando se enfrentan a casos como las desapariciones. «Es lícito que un medio de comunicación busque el beneficio económico ejerciendo el derecho a la información, pero no lo es que para obtener mayor rédito utilice el dolor de las personas y vulnere otros derechos«, remarcó Morillo.
En este sentido, recordó que la deontología profesional es imprescindible cuando se abordan asuntos que, como ocurre con las desapariciones, son de interés general y deben ser tratados con especial cuidado por varios motivos. Entre ellos, -explicó- porque se trata de una experiencia humana sumamente dolorosa y existe una conexión directa entre el dolor y la dignidad. «Los medios deben proteger la dignidad de las personas afectadas y evitar añadir más dolor al dolor», dijo.
Buenas prácticas
Morillo recordó la existencia de la Guía de buenas prácticas para el tratamiento informativo de las desapariciones, elaborada por el Consejo Audiovisual de Andalucía en colaboración con la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSD Global, que sintetiza estas pautas deontológicas que todo profesional debería asumir para garantizar una cobertura periodísticamente eficaz y respetuosa con el entorno de la persona a la que se busca.
Las circunstancias específicas de las personas que se encuentran en paradero desconocido hacen que sus familias y las fuerzas de seguridad necesiten y requieran la colaboración de los medios para resolver lo antes posible la desaparición. Así, recordó que el periodismo debe ayudar a la investigación, no entorpecerla. La consejera del CAA añadió en este sentido que los familiares son especialmente vulnerables por el estado de debilidad emocional y física en el que se encuentran.
«Las familias de las personas desaparecidas que ven cómo los medios vulneran sus derechos fundamentales están indefensas, y solo pueden acudir a los tribunales de justicia», lamentó Morillo que, durante el posterior debate, ha criticado la cobertura sobre este tipo de casos que algunos magacines realizan mezclando información y entretenimiento, espectacularizando la información o vulnerando principios fundamentales como el derecho a la intimidad o a la propia imagen.

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