-
La responsable de esta área en Simply ha profundizado en los aspectos principales de esta materia en un nuevo conversatorio organizado por la asociación
-
El apoyo de la dirección general, la adaptación de los canales a cada sección de la empresa y el uso del tono adecuado son claves para el éxito de un plan de comunicación
La comunicación interna consiste en dar pequeños pasos para recorrer grandes distancias. Es una tarea diaria en la que el papel de los mandos es vital. Y, al final, el mejor canal de comunicación interna es el jefe. Por lo menos, así lo cree la responsable de Comunicación Interna y Participación de Supermercados Simply, Patricia Saboya, que ha sido la encargada de profundizar en todo aquello que funciona en el ámbito de la comunicación interna, disciplina que ha centrado el nuevo conversatorio desarrollado por Dircom Aragón.
En opinión de Saboya, la comunicación interna no busca solo informar o escuchar. “El objetivo de la comunicación interna en la empresa es comprometer a las personas”, ha señalado la responsable de esta área en Supermercados Simply, quien ha añadido que dicho compromiso se construye con dos ingredientes principales: uno más tangible o medible, como es la manera en que las personas contribuyen a los objetivos a través de los resultados, y otro intangible – pero igual de importante-, como es la voluntad o deseo de permanecer en la empresa, mucho más ligado al orgullo de pertenencia, al clima de trabajo.
Saboya ha recordado que el éxito de un plan de comunicación está en contar con aliados, entre los que destacan la dirección general y los mandos intermedios; en adaptar los canales a cada una de las secciones de la empresa y en utilizar un tono de comunicación cercano y coherente con los valores que se quieren transmitir.
En esta línea, ha subrayado que las redes sociales cumplen un papel importante, tanto como canal de comunicación como vía para el impulso de la digitalización. “Queramos o no, nuestros empleados hablan de nosotros en las redes sociales”, ha destacado Saboya. Y no hay nada más creíble que escuchar a los empleados hablar de sus empresas. Por ello, las organizaciones deben analizar qué empleados son activos en las redes y cuáles no. El siguiente paso es formarles para su uso y crear una cultura interna 2.0. Con todo, la comunicación interna no debe olvidarse de los canales offline. La clave está en el equilibrio y la adaptación a las necesidades de cada organización.
Al final, en opinión de la representante de Simply, si se consigue un clima de comunicación y colaboración, el resultado es la innovación participativa. Los empleados son quienes más contacto directo tienen con el cliente y con el producto, por lo tanto, son los más capacitados para proponer pequeñas innovaciones incrementales. El reconocimiento es la mejor palanca para potenciarlo y conseguir mantenerlo en el tiempo.