Un informe de PDLI revela que dos de cada tres periodistas denuncia la falta de expectativa de ascenso
La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI) ha realizado el primer estudio específico dedicado a analizar en profundidad la situación de las mujeres periodistas en España. La conclusión más llamativa del mismo es que dos de cada tres mujeres periodistas denuncian la falta de expectativas de promoción o ascenso en su trabajo.
El estudio ha sido realizado junto con Ideara, una de las empresas más reputadas del sector demoscópico. Se han realizado un total de 322 encuestas online a mujeres periodistas dentro del ámbito nacional.
El informe analiza las condiciones sociolaborales en las que trabajan las periodistas y las situaciones de discriminación más graves y frecuentes. Asimismo, aborda problemas emergentes como el acoso online. Del mismo modo se exploran las medidas que, según las propias mujeres, serían necesarias para avanzar en la Igualdad en esta profesión.
En cuanto a las escasas expectativas de ascenso, el 88,2% de las mujeres encuestadas lo atribuyen a razones estructurales (redes de relaciones masculinas) y a estar condicionadas por la esfera privada. Un escaso 7,7% de las participantes estima que tiene las mismas oportunidades de promoción o ascenso que un hombre.
El 95,6% de las periodistas consideran que los puestos directivos están copados mayoritariamente por hombres. Solo el 2,5% de las encuestadas afirma que hay igualdad en esta materia.
La escasa expectativa de promoción femenina tiene una relación directa con dos factores. El tiempo que llevan en el puesto actual y el tiempo que han permanecido en la empresa/entidad, lo que denota esta baja probabilidad de promoción.
Nivel de exigencia
Las periodistas también resultan penalizadas por el distinto nivel de exigencia: un elevado porcentaje (casi 6 de cada 10) manifiestan que se autoexigen más que un hombre por el hecho de ser mujeres. Asimismo, denuncian que en las mujeres se consideran defectos algunos de los rasgos valorados positivamente en los periodistas hombres (como la ‘agresividad’ profesional).
De las periodistas que se encuentran en ámbitos de responsabilidad, solo el 4,3% coordinan equipos de más de 10 personas.
En cuanto a las tareas que se desempeñan, en general se considera que las mujeres están relegadas a tareas más sistemáticas, tediosas y de menor valía que los hombres, ya que el 25,5% piensa que ocurre siempre o casi siempre, y el 43,5% afirma que ocurre pero que depende del tipo de puesto.
Discriminación salarial
Un resultado que demuestra sin matices la desigualdad es que la discriminación salarial existe para el 66,5% de las periodistas.
El estudio también refleja que existe una alta presencia del acoso en redes sociales (y en algunos casos fuera de ellas) por el hecho de ser mujer, ya sea sufrido por ellas mismas o por otra compañera de su entorno. También se denuncia que la mujer sufre críticas mucho más agresivas que el hombre, cuyo objetivo suele ser humillar a la profesional y atacar en lo personal aparte de en lo profesional (insultos, comentarios con respecto al físico de la periodista, etc.).
En estos casos, la medida más frecuente es silenciar o bloquear las cuentas del origen del acoso (40,7% del total de respuestas), aunque es preocupante que en un 16,5% de no se hizo nada.