El camino hacia Ítaca. Por María José Andrade.

Nadie dijo que fuera fácil hacer el camino de vuelta al hogar… Eso fue probablemente, lo que pensó Ulises cuando durante veinte años (diez de ellos luchando en la Guerra de Troya) intentó por todos los medios volver a casa para encontrarse con su mujer Penélope y su hijo Telémaco.

Homero lo hace caminar durante años por senderos llenos de aventuras, pérdidas, luchas, cantos de sirenas, encuentros con amigos y desencuentros con enemigos y dioses. 

Viaja por un mundo mitológico y casi mágico repleto de peligros, pero también por senderos y atajos que lo llevarán a conseguir lo que se propuso veinte años atrás: Llegar.

Conocer a Ulises es abrir la mente y el corazón a un héroe que nos va a ayudar a crecer. Un hombre con el que nos conoceremos mejor y con el que a través de sus vicisitudes, entenderemos, de manera más profunda, a las personas que nos rodean y que trabajan y caminan junto a nosotros.

Ulises y su Odisea nos da una gran lección de vida llena de ejemplos, con los que aprenderemos a prepararnos con antelación ante lo que esté por venir.

Él, al que todos consideran un semidios y que ha trascendido a la Historia y al mismo tiempo, pasó por momentos de pánico y de euforia. Pero él, que sabía que estas situaciones llegarían a su vida, se preparó para afrontarlo con fortaleza y teniendo conocimiento de lo que estaba ocurriendo o podría tener lugar en el futuro más o menos inmediato.

¿Encontráis alguna similitud con los mercados en la vida de Ulises?… Sin duda que sí. Las bolsas, al igual que el griego, pasan por situaciones de pánico y de euforia. Etapas en las que avanzan, suben en un efecto continuado, bajan, vuelven a subir y despiertan, en todos los que estamos expectantes, la confianza necesaria para seguir pensando que la economía, y concretamente la nuestra, sí tiene remedio.

La vacunación sigue, al igual que Ulises, el camino para devolvernos a la normalidad de aquel añorado marzo de 2020, a través de la esperanza y de los diferentes estudios e investigaciones, e incluso a pesar de ciertos frenos por los efectos secundarios.

Los bancos centrales siguen aumentando las ayudas que todos necesitan y el efecto de esta medida a nivel mundial y el empuje de los bancos, están contribuyendo a que casi todas las bolsas remonten y cunda, por fin, lo positivo.

El ritmo de la vacunación, al igual que los remos de los legendarios barcos que surcaban un mar en el que reinaba Poseidón, será por suerte el “responsable” de que las bolsas sigan con la tendencia al alza. Y aunque la evolución futura, probablemente dependerá de que se consiga llegar a la meta marcada por los gobiernos de todo el mundo para conseguir la inmunidad de rebaño, y de las decisiones que tomen los bancos centrales en el caso de que la inflación suba más de lo que se espera, tenemos que estar prevenidos y anticiparnos, al igual que Ulises, para poder llegar al final.

¿Estamos dispuestos y preparados?–→ 

“Mientras los maderos están sujetos por las clavijas, seguiré aquí y sufriré los males que haya de padecer, y luego que las olas deshagan la balsa me pondré a nadar, pues no se me ocurre nada más provechoso.” Homero.

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