Las redes redes sociales han revolucionado el periodismo, la comunicación política y el papel de los políticos como comunicadores. Ahora se negocia a través de Telegram o Whatsapp (de ahí los resultados), se expone con la cadencias que marcan «los hilos» y ya cualquier hora es «prime time» siempre que ofrezcas un producto audiovisual viral.
Los políticos le han perdido el respeto y la vergüenza a la cámara, y esto es grave cuando el objetivo apunta directamente a la cámara … pero de representantes: el Congreso de los Diputados. En la tarde de ayer, el diputado Óscar Puente dio otra muestra más del paparazzismo que domina la vida política. Aprovechó un encuentro informal de Pablo Iglesias y Albert Rivera para a hurtadillas sacar una instantánea que subió rápidamente a sus redes sociales. El ejercicio fisgón lo acompaño de la pulla «Les va a ir bien a estos dos».
Hasta aquí la sorna, el chascarrillo, la guasa, el afilado sentido de la realidad, la oportunidad y el oportunismo … todo sea por contribuir al «y tú más», que ¡Viva el regate corto! Pero se le olvidó que, tal y como recordó la presidenta Maritxel Betet, que «no se pueden grabar ni tomar imágenes de las sesiones de los órganos de la Cámara en los espacios anejos al hemiciclo que están previsto para el uso privado de diputados».
Mal vamos si los que hacen leyes y nos representan no las cumplen y se aprovechan de su posición para este tipo de comportamientos indecorosos. A este paso los parlamentarios y parlamentarias van a tener que ir como los futbolistas en los campos de fútbol: tapándose la boca para que no le lean los labios.
El hecho ha contado con la respuesta de Pablo Iglesias. A través de un tuit, ha apuntado que ha hablado decenas de veces con diputados de todos los partidos y ha lamentado que se haya realizado la fotografía en un lugar semiprivado. «Esto es la cafetería de diputados hace 10 minutos. He hablado allí decenas de veces con diputadas y diputados de todos los partidos. Que haya diputados que se dedican a hacer y difundir fotos como ésta revela hasta qué punto se puede ser patético«, ha escrito.
No es la primera vez que ocurre hechos similares en la sede de la soberanía popular. Y probablemente no será la última. El Congreso decidió retirar durante un año la acreditación de prensa al redactor de OKDiario Segundo Sanz, tras descubrirse que había tomado fotografías en los despachos de los dirigentes de Unidas Podemos Pablo Iglesias e Irene Montero sin su autorización. Lo que viene siendo «un robado». Ahora mismo esta causa está en el Tribunal Supremo.