La crisis del coronavirus COVID-19 ha elevado a la enésima potencia la proliferación de bulos o informaciones falsas en las redes sociales. Una práctica que en el actual Estado de Alarma que vive España supone un riesgo adicional. Y por ello se ha puesto el foco en ellas. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha lanzado un «compromiso» en su comparecencia de ayer anta los medios. El Gobierno cambiará la ley para perseguir las fake news. No será ahora, que el país y las autoridades están en lucha contra la pandemia mundial. Será con serenidad cuando todo pase.
«Tenemos un problema como sociedad con la irrupción de las fakes», dijo ayer el ministro de Justicia. Y apeló a la Constitución Española: «Tenemos un derecho a recibir información veraz y evidentemente esto es justo lo contrario«, explicó. Y añadió: «Me comprometo a establecer un mecanismo que nos permita revisar si el instrumento de defensa de la sociedad [frente a las fake news] es lo suficiente fuerte y garantista para cumplimentar ese derecho». Es evidente que no es suficiente, y así ha quedado patente.
Está mas que justificada que, con calma y con la serenidad necesaria apara cualquier cambio legislativo, hagamos una revisión de cuales son nuestros instrumentos legales para impedir las noticias falsas. Y si no es para impedirlas, que desde luego no se vayan de rositas aquellos que contaminan la opinión pública de una manera grosera y sin justificación alguna».
Juan Carlos Campo. Ministro de Justicia.
El Gobierno, al menos, parece que tener que cambiará la ley para perseguir las fake news. Respecto al instrumento de defensa de la sociedad al que se refería el ministro, este es a todas luces insuficiente. Cierto es que tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil están monitorizando las redes sociales, y aportando consejos a la población. Y hay medios de comunicación que se han convertido en los verificadores. Se trata de herramientas para desenmascarar a posteriori, cuando ya han corrido como la pólvora, las noticias falsas.
Hasta ahora, el foco se ha centrado en analizar contenidos y desenmascararlos. La novedad del anuncio del ministro de Justicia radica en el origen de las fake news, en el autor. El hecho es que una noticia falsa o bulo tiene un 70% más de probabilidades de ser compartida, según apunta un estudio de la revista Science. Y la capacidad para reparar el daño hecho a la verdad es escaso.