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. Su futuro como presidente de Prisa depende ahora de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo de la compañía
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El reglamento del grupo de comunicación recoge la obligación de cualquier consejero de informar al órgano de gobierno sobre este tipo de circunstancia para tomar una decisión sobre su continuidad
Javier Monzón, presidente no ejecutivo del grupo Prisa, ha sido imputado por el juez Manuel García Castellón, magistrado al frente del Caso Púnica, en la causa denominada «Pieza de investigación número 9 Financiación del Partido Popular», en la que también están imputados los expresidentes de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, Ignacio González y Cristina Cifuentes. El empresario ha pasado a ser investigado por su etapa como presidente de Indra. Y es que, entre 2008 y 2013, presuntamente, la propia compañía habría financiado de forma ilegal y mediante donaciones al PP de Madrid.
Con esta imputación en el caso Púnica, el futuro de Javier Monzón al frente de Prisa depende ahora del Consejo de Administración de Prisa. Y es que, según consta en el reglamento de la compañía, cualquier consejero del grupo deberá informar al órgano de gobierno sobre esta circunstancia para que pueda tomar una decisión sobre su continuidad. El Consejo de Administración examinará los hechos, previo informe de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, y adoptará las decisiones que considere oportunas.
Desde la compañía de comunicación, han remitido al contenido del reglamento del Consejo. Han señalado que “se aplicará en todo momento lo previsto en su reglamento y en la legislación vigente”. En este sentido, el consejo puede incluso llegar a requerir la dimisión de Javier Monzón y proponer su separación a la Junta General de Accionistas.
Monzón, que es consejero de Prisa desde noviembre de 2017, asumió el cargo de presidente no ejecutivo del grupo el pasado mes de enero. Desde febrero de 2018, ocupaba la vicepresidencia de la compañía.
