-
El Teatro de las Esquinas acoge la recreación de la entrevista sobre los GAL que hizo Iñaki Gabilondo a Felipe González en 1995
-
Pepe Quílez, Concha Montserrat, José Luis Trasobares, Antón Castro, María López y Alberto San Juan analizan su repercusión y la relación actual entre periodismo y política
«¿Organizó usted los GAL? ¿Autorizó los GAL? ¿Toleró los GAL? ¿Está usted muy enfadado?» Estas son algunas de las preguntas que lanzó el periodista Iñaki Gabilondo, el 9 de enero de 1995, al entonces presidente del Gobierno, Felipe González, ante una audiencia de cerca de ocho millones de personas. Aquella conversación, que forma parte de la historia de la televisión y del periodismo español, es el cuerpo central de Las guerras correctas, un montaje del Teatro del Temple, el Teatro del Barrio y La Rambleta, que puede verse hasta el domingo, 31 de mayo, en el Teatro de las Esquinas, de Zaragoza.
Cómo se gestó, como se realizó y qué consecuencias tuvo esa entrevista –cuyo dramatismo despertó el interés del autor de la obra, Gabriel Ochoa– es el argumento de Las guerras correctas. Porque más allá de los GAL, es una producción que también habla de la verdad, de la mentira, de los límites del Estado de Derecho y sube al escenario al periodismo, a la política, sus intereses y sus relaciones.
Con el objetivo de conocer mejor las consecuencias de aquel acontecimiento periodístico y la relación entre periodistas y política, el Teatro de las Esquinas organizó una mesa redonda, en la que participaron los periodistas Pepe Quílez, Concha Montserrat y José Luis Trasobares, el actor, director y productor de teatro Alberto San Juan y María López, de Teatro del Temple, moderados por Antón Castro. La mayoría coincidieron en apuntar que aquella entrevista marcó un punto de inflexión en la relación entre política y periodismo, que inició un deterioro que ha llegado hasta la actualidad. Asimismo, coincidieron en apuntar que, por la situación que viven tanto los medios como los políticos, hoy sería prácticamente imposible hacer una entrevista como la que hizo Gabilondo a González en 1995.