No cabe duda que son dos números uno cada uno en su sector, el tenis mundial y el difícil y competitivo mundo de la carne y sus derivados, Carlos Alcaraz y El Pozo. Les une su origen murciano del que ambos hacen gala. Eso sí que es sumar sinergias. Aprovechan la bonanza del momento de cada uno para presentarse tras todo un emblema de Madrid como es la Puerta del Alcalá.
Una ocurrente campaña publicitaria en las redes de El Pozo veía la luz en las últimas jornadas teniendo como desencadenante al brillante triunfo del tenista murciano en el Open de tenis. Juegan para ello con la icónica imagen de un Madrid al que colocan a los pies del joven maestro del tenis y de facto número uno mundial. El Pozo lanza un mensaje con un juego de palabras en el que quieren identificar el emblemático nombre de la puerta con el apellido del jugador. Alcaraz y Alcalá. Bien traído.
A la vez asocian la idea de entrar ambos en la capital. Uno a través de la Caja Mágica, como sede del Open, y el otro en los hogares de miles de madrileños. Una campaña de asociación de ideas clara que aprovecha un desencadenante muy concreto, como es el triunfo apoyado en la épica, para recoger el billete de entrada a Madrid a través de una de las cinco puertas reales que daban acceso a la capital del reino.
Ambas marcas de excelencia, Alcaraz y El Pozo desembarcan en la rotonda de la plaza de la Independencia para dar un mensaje más subliminal si cabe. Todo son asociaciones y recursos en una campaña que sorprende y que abruma por la grandeza del monumento realizado bajo mandato de Carlos III por el arquitecto Sabatini. Destaca igualmente por la grandeza de un Alcaraz que la tiene a sus pies. Mientras tanto, El Pozo a lo suyo, de hogar en hogar colándose entre los arcos del centenario y querido monumento.
Ahí está, ahí está la Puerta del Alcalá, como diría Ana Belén, con dos números uno y con un mensaje claro. A por Madrid…que siga la fiesta y que aproveche.