Cuando Johan Cruyff firmó aquella mítica definición del deporte Rey, “el fútbol es fútbol”, desconocía la osadía que tendría un tal Gerard Piqué con el paso de los años y su Kings League. Y es que parece decidido a poner en tela de juicio la hegemonía del fútbol tal y como lo entendíamos hasta el pasado domingo. Los más de 90.000 espectadores en el Camp Nou y los más de dos millones de seguidores a tiempo real conectados a la Kings League, han provocado el asombro y el miedo casi a partes iguales en LaLiga.
Tan indefinible como sorprendente, el empresario catalán la ha vuelto a liar con un producto fresco, de consumo fácil y que provoca colocones en los streamers que lo alientan. Le han dado un latigazo en las costillas a un producto agotado y que se mantiene en buena parte solo por la venta de los derechos de televisión. La Kings League irrumpe no solo en la industria del fútbol como se empeña en afirmar Javier Tebas, presidente de LaLiga. Aterriza en la órbita del entretenimiento. Lo hace sobre un público que consume con apetito voraz cualquier cosa que le permite colgarse el calificativo de moderno, avanzado o simplemente transgresor.
Buscando nuevos formatos
LaLiga de Fútbol, tan centrada en nuevos formatos, se desespera en captar nuevo público y en vencer la abulia en la que caemos al ver partidos tediosos en los que no pasa nada. Mientras decide por donde tira, a la línea de flotación le llega este misil lanzado por un dinámico e hiperactivo Piqué.
Para ello, se apoya en un auténtico agitador de redes sociales como es el provocador Ibai Llanos, coparticipe del nuevo invento. Se unen al proyecto viejas glorias del fútbol en busca de su último minuto de gloria y del aplauso fácil en el ocaso de sus vidas deportivas. Con unas normas que se dictan sobre la marcha poco más o menos, demuestra una cintura ágil para adaptar el producto a los gustos, al consumo y a las audiencias.
Está claro que Tebas tiene un problema. Solo su pericia le permitirá hacer lo que le gusta. Parar primero y templar después. Luego, a por él. Sofocada la hemorragia y aplicado el torniquete será momento de amputar y en eso a la Liga le sobra experiencia y quizás ganas. Al tiempo, que vienen curvas. Esto no quedará así.
