Nuestros políticos están más exhibicionistas que nunca. De televisión en televisión haciendo lo que les piden. Les hemos visto montar en globo, bailar en programas de prime time, desmelenarse con Ana Rosa o dar vueltas de campana con Calleja en nuestro querido Rally de la Baja Aragón.
En esa carrera hacia el “a ver quién es más natural y guay” llega Rajoy y declina la invitación de Motos en ‘El hormiguero’. Debo ser el único español que considera que programa y presentador están sobrevalorados –como la literatura rusa del XIX-.
Poca gracia acompaña al conductor y a los no menos variopintos colaboradores – junto a variados contenidos hacia ninguna parte- pretenden una originalidad poco edificante.
Este humilde Cronista considera acertada la decisión del Presidente de no pasearse por todos los platós de televisión. Hoy con Motos y mañana entrevistado por la tarotista Esperanza Gracia.