De contaminar a reducir por cuatro las emisiones de gases efecto invernadero; pasar de gasolineras a electrolineras, el tránsito acelerado del diesel o gasolina al coche eléctrico. No es una distopía, simplemente es el paso natural de la innovación por el mercado de la movilidad eléctrica. Una línea sostenible donde hace camino la empresa líder del sector energético con «Endesa X Way«.
Se trata de una nueva línea de negocio cuya iniciativa pasa por acelerar y facilitar el proceso de electrificación en el transporte. Un vehículo hacia la descarbonización y huella limpia en el traslado de personas o mercancías que deviene en un mejor medioambiente y supone un freno al calentamiento global, en definitiva hace más saludable la calidad del aire, y por lo tanto, la vida de las personas.
Todo ello, sin olvidar tampoco la incidencia en la economía de los hogares pues apostar por un vehículo eléctrico supone un ahorro en el mantenimiento y un coste por kilómetro más reducido. A esta lista podemos añadir también la experiencia en la conducción más suave, con menos estrés.
Un cambio de cultura, dejar atrás el diesel o la gasolina, que cada vez cuenta con más adeptos. Desde hace ya más de 5 años son cada vez más personas las que se decantan por esta energía limpia y eficiente, los que suman igual de kilómetros a un menor coste de sostenibilidad.
Igualmente, las principales marcas han entendido la demanda de una sociedad más concienciada contra el cambio climático y la oferta de coche eléctrico no solo es una obligatoria sino que ha iniciado un camino de equiparación de las unidades de diesel o gasolina. De hecho, como nos comenta Francisco Manuel Morón, técnico de marketing y comunciación de Endesa X Way, «la inmensa mayoría de quienes prueban el vehículo eléctrico ya no volverían al sistema tradicional».
Y serán muchos más lo que se sumen en la medida que se vaya rompiendo barreras, creencias y mitos que actúan como ligero freno de un proceso que es irreversible. Barreras iniciales que forman parte de la normalidad pues estamos cambiando el modelo de desplazamiento de los últimos 140 años. Por lo tanto, es normal que surjan dudas a la hora de asumir una nueva cultura del desplazamiento.
Evidencias frente a creencias
Efectivamente, surgen lugares comunes como que la red de estaciones de servicio son infinitas respecto a los ‘puntos de carga’‘, que es mucho ‘más rápido repostar que cargar’, ‘la electricidad está más cara que los combustibles’ o ‘no voy a poder ir al extranjero porque me voy a quedar sin batería‘. Son creencias que la realidad de los datos va desmontando una a una como nos demuestra en la entrevista que podéis visualizar con Francisco Manuel Morón.
Y es que si para el 95 % de la flota de vehículos de transporte tradicional, dígase diesel o gasolina, el número de surtidores pueden ser aproximadamente unos 100.000 por toda España; los puntos de recarga de acceso público para el otro 5% son ya más de 16.000 en total. Por ejemplo, en la electrolinera de la Ciudad de La Imagen de Madrid pueden cargarse hasta 46 vehículos simultáneamente.
Todo ello, gracias a una serie de acuerdos con más de 900 socios donde podremos encontrar cargadores en. los supermercados (Consum), hospitales (Vithas), hoteles (AC o Barceló), parkings públicos (Parkia, SABA-Bamsa…) o incluso en los McDonalds. «Quien quiera hacer un viaje de larga distancia a día de hoy no se debería preocupar, va a encontrar sitios donde recargar seguro. Incluso en el extranjero donde tenemos alianzas con otras compañías que cubren toda Europa y gran parte del mundo desde nuestra App», nos asegura Francisco Manuel Morón.
Sin embargo, la gran revolución de la accesibilidad a los puntos de recarga es la posibilidad de obtener una carga eléctrica sin moverte de casa. Igual que alimentas la batería de tu dispositivo móvil, ahora también es posible completar la batería de muestro eléctrico que garantiza tus movimientos sin salir del hogar.
Con «JuiceBox» la movilidad eléctrica está al alcance de la mano. Se trata de una solución de recarga doméstica desarrollada por «Endesa X Way» para una recarga simple y seguro en nuestro garaje privado. Y que además puedes controlar el cargador a través de la misma app con la que encontrar los puntos de recarga públicos fuera de casa. «De esta manera no perdemos tiempo en desplazarnos o desviarnos para llenar el depósito; desde tu casa u oficina puedes realizar una carga completa de la batería«, nos comenta Francisco Manuel Morón, técnico de comunicación de Endesa X Way.
Carga ultrarrápida, energía más barata
Otros de los caballos de batalla en esa percepción hacia la electrificación de la movilidad es el tiempo de recarga. De momento, no se puede discutir que se tarda menos en llenar estrictamente el depósito de un coche con combustible que terminar de recargar la batería completa de tu coche eléctrico para tener una autonomía de cientos de kilómetros.
Pero conviene tener en cuenta matices como el desplazamiento hasta la gasolinera cuando la recarga puedes hacerla en tu casa o mientras haces la compra. Solo con dejarlo cargando mientras terminas las labores o en los minutos de descanso es suficiente. Máxime con la extensión de cargadores ultrarrápidos en cada vez más puntos de la geografía española. Llegando a potencias de entre 150 kw y 350 kw y que permiten una carga al 80% – 90 % de la batería en tiempos asimilables a los que puedes invertir reportando en una estación de servicio, o menos si cuentas el tiempo total desde que sales del vehículo, haces la cola para pagar y vuelves a tu vehículo.
Otra sombra que se cierne sobre el futuro de la movilidad eléctrica a través de mitos o creencias, es que es más caro cargar que repostar. Aquí Francisco Morón nos abre un análisis desde tres vías. Una primera desde el punto de vista de la sostenibilidad, no es lo mismo el proceso de huella ambiental de los combustibles diesel o gasolina, y su incidencia en el medioambiente. La energía eléctrica es mucho más respetuosa con el patrimonio natural común. Igualmente, la eficiencia de la electricidad desde la generación hasta que llega a nuestro vehículo es casi del 100%, y no se pierde en las distintas fases de transformación, eficiencia que sí se ve reducida en el proceso de refinación del crudo hasta convertirlo en combustible apto para coches.
En cuanto al bolsillo de los usuarios hay que valorar qué tipo de tarifa tiene contratada, pues incluso puede llegar ser de tarifas planas o con precios valles casi gratuitos durante la noche, un momento muy oportuno para tener cargando nuestro vehículo mientras descansamos. También los precios de los combustibles han subido a un mayor ritmo que los de la electricidad. El célebre «lleno por favor» de un SUV puede llegar a los 100 euros a día de hoy, mientras que la recarga eléctrica nos puede llegar a costar la mitad aproximadamente en un punto de recarga público.
Horizonte sí, límites hacia la descabonización NO
Por último, solo cabe preguntarse por el horizonte que se marca Endesa X Way. Ya hemos visto que se ha optado por la «capilaridad», es decir, hacerse visible en todo el territorio; y que se trabaja en adaptarse a las necesidades de los clientes. Y en esta línea van a seguir profundizando para cumplir con el propósito de facilitador en la transición hacia la movilidad eléctrica. Habilitar más puntos de recarga y que estos sean más rápidos, pero sobre todo que se encuentren en sitios donde verdaderamente los necesites los usuarios.
Para Francisco Morón, la descarbonización del transporte es un espejo para otros sectores a los que Endesa también considera estratégicos para entre todos conseguir ser Zero Emissions en las próximas décadas más allá de 2030′. «Nuestro horizonte se plantea en día a día seguir acompañando a los usuarios de vehículos eléctricos en sus demandas y estar a la altura de las tendencias del mercado como los ‘coches conectados’ que sirven de energía a la red o que se pueda aprovechar la energía solar autogenerada para cargar tu vehículo, algo que ya sucede. En Endesa X Way tenemos un propósito, un horizonte claro, pero no tenemos límites hacia la descarbonización».