- La previsión apunta a que el presente año la marca cerrará con una facturación de 84 millones de euros, lo cual constituye su propio récord hasta la fecha.
- Su fundador mantiene su sede central en Montigalá, Badalona, la población en la que nació y creció.
Nacido en Badalona en 1966, los primeros pasos de Enrique Tomás tuvieron lugar en la charcutería que sus padres tenían en la población barcelonesa, en la que el empresario empezó a trabajar con apenas 16 años. «Soy el tío que más sabe de jamón del mundo», declaraba recientemente en una entrevista, y el éxito de su empresa parece avalarle.
En 1990, Enrique Tomás creó la cadena que le dio fama mundial. Tres décadas después, su red de tiendas supera ya el centenar, y se extiende por España, Reino Unido, Francia, Italia, Andorra, México y EE.UU. “El volumen de jamones que pasan por nuestras manos –ha declarado el propio Tomás– asciende a 1.700 unidades al día. Las previsiones son que 2023-2024 estaremos por encima de los 3.000”.
A día de hoy, Enrique Tomás tiene ya mil colaboradores directos y cuatrocientos indirectos. La política de expansión internacional de la marca sigue adelante con una próxima apertura que tendrá lugar en noviembre en Miami. El despliegue por el mercado asiático, por su parte, comenzará en 2023 y tendrá por primer protagonista Japón.
Las cifras, en definitiva, no podrían ser más halagüeñas para Enrique Tomás, que tiene previsiones de cerrar el presente año con una facturación de 84 millones de euros, lo que constituye su récord hasta el momento. Otra de sus previsiones es la de invertir tres millones de euros en su sede central de Montigalá, el edificio de más de 7.000 metros cuadrados desde el que administra su imperio desde su Badalona natal.