Paco Lobatón es, junto a Rafael Camacho, uno de los andaluces que aspiran a ser el nuevo director de la RTVE. Un periodista que ya forma parte de la HISTORIA en la casa, pero que quiere ser presente en la radiotelevisión pública. Basta con examinar su recorrido de vida (Curriculum Vitae, en latín) y su experiencia profesional público-privada para constatar que es garantía de servicio público y periodismo comprometido. Una buena sombra donde se puede proyectar el futuro del ente.
¿Qué espera la ciudadanía del próximo director o directora de la RTVE?
Es difícil saberlo y, sin embargo, sería una buena base para el trabajo del nuevo equipo y del nuevo Presidente o Presidenta de la Corporación. Si tengo posibilidad de estar en la toma de decisiones no descarto proponer una encuesta específica en ese sentido.
Acusaciones de “parcialidad”, “manipulación”, “ser la voz del partido en el poder” han minado la credibilidad del ente, en parte por la utilización en la “guerra de los políticos”. Ante esto, usted propone un Pacto de No Agresión. ¿Puede alguna vez tener el consenso que por ejemplo si disfruta la BBC?
Es imprescindible que así sea. Nuestros políticos no pueden seguir echando balones fuera hacia tejados ajenos al suyo. En mi intervención recordé a los miembros de la Comisión consultiva que las hostilidades de los últimos 34 años ( 11 legislaturas ) han consistido en la utilización de RTVE como arma arrojadiza entre ellos. El Pacto que les propuse apela a la revalidación de las herramientas de verificación, empezando por la Comisión parlamentaria mixta de control de RTVE. Si no sirven, que se cambien. Pero control no puede ser sinónimo de acoso y derribo ni de descalificaciones que atentan contra la dignidad y la autonomía de los profesionales de la Casa, en particular, los del área de informativos.

¿Cree que hay que recuperar la confianza de los ciudadanos en su televisión y radio públicas?
Por supuesto que hay que restablecer una confianza plena en términos de credibilidad. Dados los precedentes, será un proceso lento que requerirá el cese del ruido político que no deja escuchar ni ver bien lo que se hace desde dentro. Las interferencias políticas perturban la imagen como una suerte de espesa niebla o de granizo que hace que la gente busque otras opciones en su mando a distancia.
Entrando en materia, ¿Por qué sigue siendo necesaria una radiotelevisión pública?
En primer lugar porque la radiotelevisión pública es el garante del acceso universal y gratuito a la información. Hay que recordar que solo un 37 por ciento tiene posibilidad de disfrutar de las plataformas de pago. Es mucho, pero son mayoría los usuarios de la tv en abierto. Y lo mismo ocurre con el derecho a contenidos culturales y educativos y a un entretenimiento de calidad y con la necesidad de un sólido contrapeso a las patrañas ( fake news ) que inundan las redes sociales y confunden a la opinión pública, es decir, a los ciudadanos. Y todavía, algunas cosas que no cabe esperar de los operadores cuya razón de ser es ante todo y sobre todo el beneficio económico : la protección de la infancia, de los colectivos vulnerables y de los principales valores ciudadanos que están en la Constitución.
RTVE debe gozar del consenso que tiene la BBC. Nuestros políticos no pueden seguir echando balones fuera hacia tejados ajenos al suyo. No pueden utilizar la radio televisión pública como arma arrojadiza
¿Qué modelo defiende para Televisión Española y Radio Nacional?
Un modelo genuinamente público que no vaya a la zaga de los operadores privados, que no se deje abducir por los condicionantes de un mercado feroz que termina por imponer el “todo vale por la audiencia”. Que cumpla su misión de utilidad pública con audacia y con personalidad propia, demostrando en los hechos que el verdadero respeto a la inteligencia y a la sensibilidad de la gente es ofrecerles contenidos de calidad. Capaz de seducirles y, a la vez, de aportar nutrientes positivos que favorezcan la convivencia, el buen uso de la lengua…¡ Hay tanto por hacer !
¿Cómo va a casar la información y el entretenimiento, el servicio público con la audiencia?
Si se tiene claro y bien presente la función esencial de RTVE, lo importante será contar con equipos cualificados para afinar en las propuestas de todo tipo, incluidas las de puro entretenimiento, a partir de una financiación estable y suficiente. La ley prevé un período de seis años que habrá que articular en dos contratos-programa trianuales. Es vital tener ese horizonte y trabajar con una estrategia de medio y largo plazo en vez de estar acuciados por las cuotas diarias de audiencia y otros factores de presión en el corto plazo.
Volver a la publicidad como fuente principal de RTVE no parece lo más aconsejable. Tampoco ayudaría a que los operadores privados cumplieran con las aportaciones que les corresponden como concesionarios de una actividad de trascendencia pública. Así que hay que ir a soluciones mixtas. El ejemplo de la televisión pública francesa es un buen referente.
Las audiencias se van a las plataformas de streaming. ¿Cuál es el valor añadido con el que puede competir una autonómica?
Las tv públicas, más aún las autonómicas dada su mayor cercanía con los destinatarios, tienen que hacer suyo el recurso al streaming para canalizar información de utilidad y responder a inquietudes específicas. Hay que intentar ganar el pulso a los gigantes multinacionales en clave local. Y más a medio plazo armar alianzas con otras autonómicas, incluso con la tv pública estatal, para ofrecer producciones de ficción de altura.
¿Le preocupa la financiación? ¿Volvería la publicidad? ¿Basta con los operadores cumplan con lo pactado?
Sin combustible no andará el coche. Y si tenemos que estar todo el tiempo apurando la reserva terminaremos en el arcén. Estable y suficiente, esas son las premisas obligadas de la financiación que necesita una Corporación como RTVE. Volver a la publicidad como fuente principal no parece lo más aconsejable cuando hasta la tan invocada BBC está padeciendo la crisis del mercado publicitario. Tampoco ayudaría a que los operadores privados cumplieran con las aportaciones que les corresponden como concesionarios de una actividad de trascendencia pública. Así que hay que ir a soluciones mixtas y a mecanismos que garanticen la fiabilidad de las fuentes, y a una incorporación de publicidad, tasada en volumen, idoneidad del contenido y horarios. El ejemplo de la televisión pública francesa es un buen referente.
De esa financiación, depende acometer con más o menos éxito la necesaria transformación digital. ¿Cómo se moderniza RTVE?
Sin duda. La transformación digital para serlo de verdad tiene que tener una dimensión estructural, incluyendo junto a la renovación tecnológica de los equipos la capacitación profesional de la plantilla. Infraestructura y superestructura tienen que acompasarse. No se trata de sustituir los equipos obsoletos por el último grito en cámaras, equipos de edición, iluminación, decorados. No basta con un plan Renove. Hay que prever un programa continuo de actualización tecnológica. Mantenerse en vanguardia pasa por ese principio de renovación permanente dado el ritmo de los avances tecnológicos de todo tipo.
El volumen de producción diario de RTVE, solo en noticias, supera al de todos los operadores de la competencia a escala estatal. Se trata de que en su elaboración se cuente desde el principio con su difusión a través de Youtube o Instagram. De ahí mi propuesta para la creación de una Redacción Central Transmedia y Digital. Un potente corazón que llene de contenidos de calidad todas las terminales en tiempo real
¿Y la formación de nuevos perfiles profesionales?
Una parte de esos nuevos perfiles ya existen en RTVE. Se trata de extenderlos hasta alcanzar la dimensión necesaria para aspirar al liderazgo. Y para eso mi Proyecto de gestión propone dos cosas :que las nuevas incorporaciones respondan a esos perfiles y que los trabajadores de la Casa que lo deseen puedan reciclarse. Un proceso en que creo que el Instituto Oficial de Radio y Televisión puede y debe tener un papel muy activo.
¿Cómo competirá una marca como RTVE en los nuevos canales como YouTube, Instagram, incluso TikTok?
Llenándolos de contenido. El volumen de producción diario de RTVE, solo en noticias, supera al de todos los operadores de la competencia a escala estatal. Se trata de que en su elaboración se cuente desde el principio con su difusión a través de esos canales. De ahí mi propuesta para la creación de una Redacción Central Transmedia y Digital. Un potente corazón que llene de contenidos de calidad todas las terminales en tiempo real, como les dije a los miembros de la Comisión consultiva de nombramientos del Congreso.
Por último, ¿Tendría espacio en su gestión abordar la alfabetización mediática? ¿Es la mejor vacuna contra las fake news?
Ojo con no incurrir en paternalismos en nombre de la “alfabetización mediática”. Siempre he defendido que el público de la radio y de la televisión es mayoritariamente inteligente y sensible. La calidad de su respuesta depende de la calidad de la propuesta que hagan los medios. Así que la pelota está en nuestro tejado. La radiotelevisión pública tiene que ganar la batalla a las ofertas tóxicas que consiguen el enganche de la audiencia a base de atajos sensacionalistas y de “atropellos a la razón” y al buen gusto. ¿ O qué queremos decir cuando hablamos de contenidos de calidad ? La gente, que somos todos, toma de lo que hay en la vitrina. Llenémosla de una oferta apetitosa, nutritiva y gozosa.