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El número de usuarios únicos se sitúa 22 puntos por encima de la media mundial, con un porcentaje de penetración del 88%
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Prácticamente la mitad de los jóvenes se declaran adictos a su terminal
España lidera ya el ranking mundial de penetración de móviles, con un 88% de usuarios únicos, 22 puntos por encima de la media mundial. Así se desprende de IV Estudio de Comparación Online hacia el ahorro inteligente, realizado por el comparador Rastreator.com, en el que se analizan los hábitos del uso del móvil entre las personas de 18 a 24 años.
En este grupo de edad, el uso intensivo del móvil provoca en los usuarios la necesidad de llevarlo consigo en todo momento y estar permanentemente pendientes de él. Este fenómeno ha llegado hasta tal punto que ya prácticamente la mitad (45,3) de los jóvenes se declaran adictos a su terminal. Este porcentaje es 17 puntos superior a la media nacional y casi triplica el de otras franjas de edad, como la de mayores de 55 años (solo el 16%).
La adicción de los jóvenes crece año tras año. En esta edición del estudio, el porcentaje de jóvenes que se declara adicto al móvil ha subido 14 puntos porcentuales respecto a 2016 y más de 16 puntos respecto a 2015. Tan dependientes se han vuelto muchos jóvenes que incluso un 52% reconoce que está pendiente del móvil siempre que se encuentra entreamigos, familiares o en pareja. Esta necesidad de estar enganchados permanentemente al móvil puede derivar en patologías como el phubbing o la nomofobia, cada vez más extendidas.
Las personas de 18 a 24 años son las que más utilizan su terminal: una media de 5 horas y 25 minutos cada día (dos horas más que la media nacional), aunque se observa una creciente preocupación por esta dependencia lo que se está transformando en una reducción paulatina de las horas de uso.
Por último, el estudio de Rastreator.com muestra que el móvil se ha integrado de tal forma en la rutina de los jóvenes que el 73 % de ellos afirma que mirarlo es lo primero que hacen al levantarse y lo último al acostarse. Además, ocho de cada diez declaran que no podrían vivir sin su Smartphone y el 43,3 % preferiría incluso perder la cartera antes que su móvil.