No se entiende el periodismo en democracia en la provincia de Huesca sin la figura de Javier Gironella Falcés. Hombre de fuerte carácter y periodista de raza, supo adaptarse a los nuevos tiempos que le toco vivir en Huesca, donde alcanzó todos los retos como profesional. Defensor de la libertad de expresión y sabedor de los tiempos que le toco vivir fue, junto a Juan Antonio Foncillas quienes lograron realizar el paso de la Nueva España, en manos del Gobierno, a Diario del Altoaragon. Lograron poner en marcha para ello un entramado societario con la Diputación de Huesca a la cabeza .
De personalidad arrolladora, y con mil anécdotas para una sobremesa entretenida , siempre hablaba de sus tres ciudades de referencia como las grandes joyas de su vida, Figueras, Pamplona y Huesca. Solo le ganaba la emoción al hablar de sus cinco hijos a quienes siempre aludía poniendo en valor el papel de su mujer en una crianza que en muchas ocasiones Javier veía desde la vieja redacción de la Calle La Palma.
Cultura y deporte
Hombre de profundas convicciones religiosas, supo conjugar su labor de periodista total con otras que le llevaron a hablar del Festival Folclórico de los Pirineos o de las Universiada con verdadera pasión. Dónde logró aglutinar a la profesión fue a la hora de poner en marcha la Asociación de la Prensa Deportiva de Huesca, de la que logró hacer un verdadero referente en la vida altoaragonesa con unas galas que cada año eran para él y su alter ego, el también fallecido Jaime Ferrer, objeto de sus desvelos y destino de muchas horas de trabajo.
Se va un maestro para muchos. A su lado pudimos conocer la templanza y tener criterio. A mí se me va uno de mis maestros, a quien será difícil olvidar. El aroma de su puro entre dientes siempre perdurará en alguien agradecido por haberlo conocido y sobre todo escuchado. Descansa en paz Javier y gracias por todo, de corazón querido amigo.
