La ONG Videojuegos Sin Fronteras ha lanzado Flatten Island, un videojuego con el que pretende recaudar fondos para la lucha contra el Covid-19. La iniciativa está disponible de forma gratuita para PC, IOS y Android. Para su puesta en marcha, han colaborado de forma altruista con la ONG Margarito Estudio (dirección artística), Cicchi Consulting (dirección técnica) y Asociación Oleaje (game design).
Flatten Island convierte al usuario en el gobernador de una isla que sufre una pandemia. De forma lúdica y con algo de humor, el jugador experimenta la gestión de una emergencia sanitaria. De este modo, aprenderá que todas las decisiones tienen sus consecuencias y que no siempre son sencillas de tomar.
Además, Flatten Island permitirá apoyar económicamente varias iniciativas que luchan contra la pandemia. Por un lado, la campaña #YoMeCorono, para financiar proyectos de investigación. Su objetivo es el tratamiento precoz y la prevención de la COVID-19. La recaudación del videojuego también apoyará la labor de Acción contra el Hambre para ayudar a familias vulnerables en España.
La iniciativa es una idea de Francesco Cavallari, fundador de Videojuegos Sin Fronteras: «Al inicio del confinamiento nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo, aportar nuestro granito de arena en esta situación tan excepcional», explica. Así surgió la idea de desarrollar un juego para ayudar en la lucha contra la COVID-19 y sus consecuencias directas e indirectas.
Desarrollo en tiempo récord
A los pocos días, Cavallari ya contaba con el «apoyo de varias personas de nuestra comunidad internacional y teníamos un equipo completo para poderlo desarrollar», subraya. «Todo el desarrollo se ha hecho de forma altruista, sin invertir un euro», afirma. En tiempo récord ha llegado Flatten Island, el videojuego para luchar contra el Covid-19.
«Este juego es nuestra particular forma de rendir homenaje a los profesionales que luchan contra el Covid-19 por su compromiso y su duro trabajo», explica Cavallari. La iniciativa también pretende recordar a todas las personas que fallecieron durante el brote y sobre todo ayudar a las organizaciones que siguen luchando para vencer al virus.
