Al igual que el ejercicio físico, una dieta equilibrada y dosis generosas de sentido del humor, hay un hábito que brilla entre los más saludables. Se trata de la formación continua, una actividad que te reporta grandes beneficios tanto para la satisfacción personal como para tu proyecto profesional.
Pero al igual que tienes que tener predisposición para estar en forma, en tu peso y mantener una actitud positiva, es necesario una rutina de estudio para conseguir los objetivos. Y hoy vamos a hablar del «Método de los 21 días». Una teoría tiene su origen en la cirugía plástica en 1960 por Maxwell Maltz.
El prestigioso cirujano observó que cuando modificaba algún rasgo de la cara de algún paciente, le llevaba 21 días acostumbrarse al nuevo aspecto. También podemos tomar como espejo estudios como el del Colegio Universitario de Londres (UCL). Estos revelan que formar un nuevo hábito puede llegar a costar un promedio de hasta 10 semanas.
Una y otra nos hacer ver que el tiempo varía en función de la persona, contexto y tipo de hábito. En cualquier caso, si quieres conseguir crear buenos hábitos e intentar poner en marcha el método de los 21 días, los expertos recomiendan repetir una acción de manera sistemática en un mismo contexto.
Pautas:
- Decide la meta que te gustaría conseguir.
- Elige la acción para conseguir la meta y que puedas hacerla a diario.
- Planifica cuándo y dónde la realizarás.
- Crea recordatorios motivacionales y recompensas.
- Con el tiempo, acabarás haciéndolo automáticamente.
Te aconsejamos que solo te enfoques en un hábito, ya que el esfuerzo será menor y por tanto el logro aumenta de manera significativa. Y si en algún momento tienes la tentación de abandonar, imagina cómo mejorará todo gracias al nuevo hábito.
