Cabreiroá se convierte en una marca pionera en España al apostar por una botella de agua sostenible hecha totalmente de fuentes renovables y de origen vegetal. Además, en su descomposición no genera residuos ni libera sustancias que afecten al medio ambiente. En términos de producción, la botella prevé reducir considerablemente la huella de carbono en comparación con la de aquellos realizados con materiales tradicionales.
La nueva botella de agua de la marca de Hijos de Rivera, está producida con PLA, un polímero biobasado, que tiene su origen en la caña de azúcar. Este material permite reducir el impacto negativo de los residuos plásticos en la salud del planeta. Su degradación en una planta de compostaje no genera residuos y se descompone en un tiempo muy inferior al resto de envases. Siempre, eso sí, que pase por un proceso de compostaje industrial en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Así, la botella de PLA se degradará al 100% en un tiempo inferior a los 90 días.
Las etiquetas también están hechas con PLA y son 100% biodegradables y compostables. Al igual que los pigmentos de la botella, que son totalmente orgánicos gracias al uso de tintas sostenibles y sin sustancias perjudiciales para el medio.
La sostenibilidad es una tarea global y una de las máximas prioridades de la compañía y de todos los que trabajamos en ella. Ya sea minimizando la generación de residuos, apostando por la reutilización y valorización o buscando nuevos materiales más sostenibles; apostando así por el cuidado y la regeneración del medio ambiente. Por ello, se ha puesto en marcha el Proyecto Origen, del que forma parte esta iniciativa, con la que se quiere impulsar medidas innovadoras que contribuyan a hacer un uso más eficiente de los recursos”.
Álvaro García de Quevedo, director de Negocio de Agua y Bebidas Saludables de Hijos de Rivera.
