Una oficina, un comercial, un diseñador, un programador, ordenadores, seguridad social… Hace unos años se necesitaba una estructura considerablemente amplia. Tanto en personal, como en infraestructura, como para poder proveer todos los servicios que las agencias creativas debían ofrecer.
Seguramente en eso pensaban muchos emprendedores cuando decidían emprender con la idea de algún día poder tener su oficina con al menos 10 o 20 personas a su cargo, al más puro estilo Neyorquino y con vistas al mar. Porque si se piensa, se piensa en grande, ¿no?
El plan podría ser ese, empezar como Freelance haciendo un diseño por aquí y otro por allá, para acabar consolidando ese modelo de agencia de ensueño. En mi caso ese era el objetivo, pero tras 3 años de emprendimiento, el modelo de agencia de mis sueños ha acabado convirtiéndose en un estudio creativo y colaborativo que me permite trabajar desde cualquier parte del mundo, con grandes profesionales y permitiéndome ofrecer un servicio completo y de calidad.
Esto no quiere decir que se tenga que ofrecer de todo por conseguir clientes. Las agencias deben apostar por la especialización, conocer en profundidad el sector y poder crear estrategias en base a la experiencia. En Disomnia studio hemos comprobado que los clientes cada vez confían más en agencias que ya cuentan con experiencia y estrategias de éxito que avalan el conocimiento del sector en el que trabajan.
La búsqueda del hedonismo y la libertad son ahora el motor del nómada digital
Gracias a los avances tecnológicos, y a la obligación por la situación actual del Covid, hemos tenido que digitalizarnos todavía más. Ahora una agencia digital puede ser constituida por una sola persona y ofrecer los mismos servicios (y de la misma calidad) que una gran agencia con personal a cargo y una gran oficina a pie de calle. Esto no quiere decir que una sola persona lo tenga que hacer todo, ya que tener conocimientos en todos los campos es prácticamente inviable.
Hoy en día es posible tener un estudio o agencia creativa liderada por una sola persona, que colabora con profesionales expertos y especializados, que selecciona personalmente en función de las necesidades de cada proyecto. Esto le permite no tener que vender un servicio que sus clientes no necesitan por el mero hecho de tener que mantener a unos trabajadores en plantilla.
Tu marca de empresa VS Tu marca personal
Por otro lado, el modelo de agencia también ha cambiado con respeto a la comunicación de la marca ya que los CEO son cada vez más la cara visible. No cabe duda de que las redes sociales están incentivando cada vez más la creación de marca personal. Y no sólo eso, sino que se está generando la necesidad de trabajar una doble identidad visual, o lo que es lo mismo, un co-branding.
En este caso, la estrategia se basará en el aporte mutuo. Por un lado, como marca empresarial a la hora de generar contratos y posibilidades de expansión en mercados. Por otro, desde la marca personal, donde como empresario aportas tus conocimientos, trayectoria y reputación de profesional.
Soy un claro ejemplo de co-branding ya que gestiono Disomnia studio como empresa y mi perfil, Ali Bolaño, como marca personal, ayudando así a generar más confianza credibilidad.
El panorama de las agencias creativas ha cambiado y las necesidades de las marcas también
Una de las consecuencias principales de la digitalización ha sido la especialización de las agencias. Esto supone una gran oportunidad de negocio para ellas, a la vez que ha generado nuevos retos. Definir cuál es el proveedor que las marcas necesitan y dónde encontrarlos es una tarea bastante más compleja que hace unos años.
Por otro lado, la agilidad hoy en día no es algo deseable, sino imprescindible para las marcas. En cualquier momento puede aparecer un nuevo competidor, que innovando en el modelo de negocio, en el producto o en el proceso pueden comerles el terreno y escalar rápidamente. Las marcas cada vez son más conscientes de que necesitan innovar para seguir siendo líderes. La competencia es impredecible y la agilidad es clave para continuar liderando el mercado.
Todos estos factores hacen que los métodos tradicionales de búsqueda convencional de agencias hayan quedado prácticamente obsoletos. El futuro de las agencias pasa pues, por seguir con la capacidad de adaptación en un entorno absolutamente cambiante en la relación de las marcas con los consumidores.
Digitalización: menos es más
Hablando de términos de digitalización, podemos decir que es inevitable también que, tal y como está evolucionando el marketing digital, muchos puestos de trabajo sean sustituidos (y muy próximamente) por inteligencia artificial. Como podemos observar ya con los chatbots para el servicio al cliente o los softwares de automatización. Pero sin duda lo que no existe (al menos por el momento) es un robot capaz de reflejar emociones por lo que el trabajo de un diseñador difícilmente podrá ser reemplazado.
En definitiva, las agencias creativas de un futuro próximo tendrán como pilares fundamentales la digitalización, especialización, flexibilidad para trabajar en remoto. También co-branding y estructuras más planas frente a las organizaciones jerárquicas. Y por suerte, cada vez son más los anunciantes que consideran que el trabajo con sus agencias creativas repercute de manera positiva en su facturación.
Ali Bolaño, Disomnia Studio