Reclam es la primera agencia de publicidad de Galicia, con una trayectoria de casi 80 años en el mercado. Lis y Domingo Torrón son la tercera generación de publicitarios al frente de la agencia coruñesa. Los jóvenes hermanos, que se incorporaron a la empresa en el 2008 tras el repentino fallecimiento de su padre (director de la misma hasta entonces), han evolucionado hacia una agencia de publicidad más creativa y más digital, manteniendo la filosofía que impulsó a su abuelo a poner en marcha la que hoy es una de las principales referencias de nuestro sector.
Lis, ¿de dónde viene el nombre Reclam? Queremos saber la historia.
Reclam nace en el año 1940, mis abuelos vivían en Madrid cuando estalló la Guerra Civil y tuvieron que huir a Valencia porque eran republicanos. Cuando acaba todo vuelven a Madrid y se encuentran una realidad desastrosa, consiguen cambiar de ciudad y se instalan en Coruña -mi abuelo era de Malpica-. Poco después y con la ayuda de unos amigos, montan una pequeña gestoría. Pronto se dan cuenta de la demanda que existe entre los comerciantes de la zona para darse a conocer, algo bastante complicado en esa época. Ahí surge la idea de utilizar los pequeños espacios reservados en la prensa para anunciar productos y ofertas de los comercios, dándole un mayor valor, diferenciándolos. Es decir, adaptan el modelo establecido por el medio ofreciendo, a cambio, mensajes más atractivos, más visuales o con un gancho especial. Esos espacios se llamaban reclamos publicitarios y de ahí viene el nombre de la agencia. Desde entonces empiezan a dar ese servicio con ese valor añadido, que no era otro que la creatividad y como son los primeros en hacerlo, la idea funciona muy bien.
Has trabajado durante varios años como copywriter para las principales agencias del sector: Saatchi & Saatchi, RNL, Contrapunto BBDO, McCann Erickson… ¿Qué has aprendido de las grandes?
Para mí fue la mejor escuela. Agencias muy potentes en las que tienes que superarte, esforzarte, crecer creativamente y demostrar todo el rato lo que vales.
Trabajar en lugares como Contrapunto o McCann es una experiencia brutal, súper enriquecedor tanto personal como profesionalmente. En esa época tenía una dupla maravillosa, nos entendíamos guay y surgieron muy buenas ideas. Pero además, tuve la suerte de compartir esa aventura con creativos y creativas increíbles, a los que admiro y de los que aprendí muchísimo. Lo más importante: echarle ganas, que te apasione lo que haces y currártelo mucho.
Dejar la capital y volver a casa suponemos que ha sido una de las decisiones más difíciles que has tomado a lo largo de tu trayectoria profesional. ¿Qué ha supuesto para ti readaptarte al mercado gallego?
Después de 17 años en Madrid, volver ha supuesto reaprender mi profesión y evolucionar en muchos aspectos. Mi balance ahora es positivo, pero al principio me costó adaptarme.
La gente no te ve como una profesional cuando eres una tía de 27 años… Te subestiman, te exigen de más, tienes que demostrar constantemente lo que vales y prácticamente te obligan a empezar de cero.
Para mí fue injusto, no guardo buenos recuerdos de esos comienzos, porque con 27 años ya había pasado por 5 agencias, trabajado en el mercado extranjero y ganado premios. Desde luego no sabía lo que sé ahora, pero sin duda ya era una profesional de la publicidad. Por eso creo que nos lo pusieron muy difícil y nos encontramos con “baches” en el camino con los que no contábamos. Es un proceso largo de aprendizaje y adaptación, una montaña rusa de emociones, pero también me ha servido para consolidar mi criterio creativo, me ha ayudado a crecer profesionalmente y a reafirmarme en que, lo que hago, es exactamente lo que quiero hacer.
Desde tu llegada como directora creativa ejecutiva se aprecia un aire más moderno en los trabajos creativos de Reclam. Tanto con nuevos clientes como con cuentas que confían en vosotros desde hace años. Hasta en nuevos idiomas como el islandés. Incluso os habéis llevado algún que otro premio…. ¿Cuál es el trabajo del que te sientes más orgullosa?
Es curioso porque la palabra “moderno” me parece la antítesis de lo que quiere decir, pero entiendo por dónde vas.
Hemos apostado por hacer lo que queríamos y ahí entra con fuerza la creatividad. Porque es la mejor forma de diferenciar tu marca frente a la de tu competencia, generar engagement y fidelizar al consumidor. Cada día lo tengo más claro.
Me siento orgullosa no de un trabajo concreto, sino de absolutamente todo lo que hemos conseguido en estos últimos años, que ha sido mucho. Pero, sobre todo, me gusta poder compartir las mismas motivaciones con el equipo que poco a poco vamos formando Reclam y el aprendizaje constante del día a día, no solo como creativa sino también como empresaria.
También habéis realizado nuevos fichajes para la plantilla. ¿Qué puedes contarnos del equipo que estás formando junto a Domingo?
Invertir en equipo humano es vital para nosotros, buscamos gente buena, pero sobre todo buena gente. En una agencia pasas muchas horas al día, más tiempo que con tu propia familia. El talento o las ganas es lo primero que buscamos, obviamente, pero necesitamos que la gente que entre y la que ya está con nosotrxs tenga ilusión, quieran crecer, trabajar en equipo, aprender, mejorar… y traigan buena energía. Cuando te gusta lo que haces, hay buen ambiente y te diviertes, todo fluye, es tu sitio.
Te citamos textualmente: “Contar historias es, sin duda, la forma más poderosa de transmitir un mensaje”. ¿Cuáles son para ti las claves del storytelling? Y, sobre todo, ¿cómo logras aplicarlas al mundo de la publicidad para generar ese recuerdo en la mente del consumidor?
La clave del storytelling en publicidad es contar la historia de tu marca, de una manera que te diferencie y que te haga conectar con las personas de manera emocional. Al final esas personas lo que buscan es sentirse identificados contigo, ser los protagonistas de lo que cuentas.
A través de un buen storytelling, las marcas generan mensajes más humanos, naturales y reales. Vivimos en un momento apasionante, en el empoderamiento de la normalidad, lo 100% perfecto es aburrido.
Las marcas lo saben y se están empezando a centrar en comunicar cosas más importantes para la gente. Es decir, ya no nos dicen cómo debemos ser, aparcan esa forma paternalista y condescendiente de comunicar para centrarse en el reconocimiento, aceptarnos como somos y reforzarlo.
Comunicando a través de un buen storytelling construimos un vínculo emocional, aumentamos la confianza en la marca, conectamos con las personas y conseguimos que la gente recuerde la marca a través de las historias que cuenta.
Si éste es el camino para conectar con el cliente, ¿por qué crees que no todos los anunciantes comunican con éxito?
Vivimos en un mundo con sobredosis de mensajes, estamos sometidos a un bombardeo constante, nos estamos inmunizando. Creo que la gente demanda más naturalidad, cercanía, empatía…
Muchas marcas, a la hora de comunicar, no hablan a las personas, sino que centran su mensaje en hablar sobre ellas mismas. Todo el rato.
No digo que sea un error, al fin y al cabo, los caminos del marketing para algunas marcas son inescrutables… pero el exceso de autobombo y “yoísmo” de algunas marcas son, al menos para mí, cada vez menos eficaces.
Estáis a punto de mudaros de nuevo a la agencia tras una reforma integral, ¿cómo afrontáis esta nueva etapa?
Con ilusión a tope, es algo que nos motiva muchísimo. Creemos que el resultado refleja muy bien cuál es nuestro estado de ánimo actual, nuestras ganas y nuestra evolución como agencia.
En 2020 Reclam cumple 80 años, a lo largo de nuestra historia hemos tenido que reinventarnos muchas veces, pero seguimos pensando que la única forma de crecer es evolucionar.