Mónica Seara ética empresarial

Mónica Seara: ‘La falta de ética empresarial es un problema corporativo que debemos atajar’

Hoy en ExtraDixital ponemos el foco en el humanismo y la ética empresarial, una corriente que cada vez está ganando más peso en las compañías gallegas. No es más que, el resurgir de unos valores y una visión que coloca a las personas en el centro, sí o sí. De todo ello y, sobre todo, de sus beneficios y del papel que juegan el marketing y la comunicación en esta filosofía de empresa, charlamos con Mónica Seara. Una mujer que ha creado su propio proyecto, “HUMANAS Salud Organizacional”, con el objetivo de promover la salud mental en la empresa, apostar por humanizar a las organizaciones y gestionar el riesgo psicosocial en el trabajo.

Mónica, en los tiempos que corren ¿por qué las empresas deberían centrarse en recuperar unos valores morales y ética empresarial? ¿Cómo les estáis ayudando desde Humanas a conseguir estos objetivos?

Debemos centrarnos en recuperar unos valores morales y ética empresarial, básicamente, porque los hemos perdido. Llevamos tanto tiempo conviviendo con el todo vale que nos hemos hecho adictos a esa célebre frase de “el fin justifica los medios” atribuida, entre otros, a Maquiavelo. Hacemos cualquier cosa, amoral e incluso alegal, para conseguir nuestro objetivo. En el caso que nos ocupa, las empresas, crecer a costa de la salud y el bienestar de los trabajadores, entre otras cosas.

Ser ético es una actitud que se trabaja diariamente. Implica estar atento a lo que sucede en nuestro entorno, reflexionar sobre las consecuencias de las decisiones y acciones que tomamos; teniendo en cuenta al conjunto de stakeholders y sin olvidar el impacto de la actividad en la sociedad y el medio ambiente. Ya sea en el momento presente como en el futuro.

Debemos centrarnos en recuperar unos valores morales y ética empresarial, básicamente, porque los hemos perdido

La ética empresarial o, mejor dicho, la falta de ella es un problema corporativo que debemos atajar. Desde Humanas ayudamos a las empresas a ganar dinero promoviendo una transformación cultural hacia un modelo más humano, ético y desde luego sostenible. Es lícito ganar dinero y para las empresas se hace necesario para pervivir en el tiempo. Ahora bien, dista mucho hacerlo a pesar de la salud de los trabajadores que gracias a la buena salud de los trabajadores.

Es ahí donde trabajamos nosotros. En cuidar lo que realmente genera valor en la empresa, las personas. Eso sí, ya no lo hacemos como una simple consultora de RR.HH., porque nosotros no gestionamos personas sino emociones, que es lo que tenemos en común todos los humanos y es lo que la IA todavía no puede sustituir de nuestro trabajo.

Hay que cuidar lo que realmente genera valor en la empresa, las personas

¿En qué valores y estrategias os apoyáis para conseguir un verdadero cambio cultural que promueva la innovación y la sostenibilidad?

La clave para esta transformación cultural está en el liderazgo. Si un líder no es ético se verá en la conducta. Cuando no existe coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, el resto de la organización lo siente y lo sufre. Esa disonancia cognitiva es el germen de todos los malestares en la organización: mal clima laboral, conflictos, baja productividad…

Las personas siguen el ejemplo de su líder. Es la primera persona que está al servicio de los demás, que cuando cuida y se ocupa de su gente realmente está mostrándoles lo mucho que le importan. Y esto hace que todxs se sientan parte de esa organización. Si los valores éticos que muestra el líder no son compartidos por su equipo, esa persona no representa a la empresa. Es más fácil que quien no comparta esos valores dure poco en la organización, ya que la gente con ética busca rodearse de personas que también la tengan y la valoren.

La clave para esta transformación cultural está en el liderazgo. Si un líder no es ético se verá en la conducta. Cuando no existe coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, el resto de la organización lo siente y lo sufre

¿Cómo se aporta valor a todos los stakeholders como organización?

Sencillo, todo va en cadenado, os pongo un ejemplo. Si  trabajas con ética y te comprometes a ser riguroso con tu trabajo, terminarlo en tiempo y forma… Realmente estás favoreciendo el trabajo de todos los que tienes a tu alrededor: compañeros, proveedores, clientes, incluso tu familia ya que podrás llegar en hora a casa…

A veces no nos damos cuenta, pero asumir nuestras responsabilidades es muy importante para que todo funcione bien. Esto no va de echarle la culpa a otra persona o simplemente afirmar que no es mi competencia… Si detectamos algo que se está haciendo mal y sabemos cómo mejorarlo, es también nuestra responsabilidad como parte del equipo comunicarlo.

Cuando todos están implicados en la organización y entienden su importancia dentro de la misma, todos participan para dar lo mejor y aportar soluciones a cualquier parte del proceso, y eso es lo que hace crecer una organización.

Cuando todos están implicados en la organización y entienden su importancia dentro de la misma, todos participan para dar lo mejor y aportar soluciones a cualquier parte del proceso, y eso es lo que hace crecer una organización

¿Qué papel tienen la comunicación y el marketing en esto de lograr el “humanismo empresarial”?

La comunicación es vital, lo que no se comunica no existe, y te reto a que lo comuniques de todas las formas que te sean posibles. Cada uno de nosotros percibe el mensaje de una forma distinta, así que debemos intentar llegar a todo el mundo con un mensaje claro que llegue al alma de la persona.

Ahora bien, esa comunicación tiene que ser coherente y tiene que verse en las acciones del día a día. De poco vale que comuniquemos que somos responsables con la desconexión digital y apostamos por la conciliación del personal, cuando después estamos enviando emails los fines de semana o llamando o enviando mensajes fuera del horario laboral.

La comunicación debe ser coherente, de ahí que el marketing ya no me guste tanto, ya que pretende venderte algo a toda costa. El marketing cosmético se produce cuando vendemos que somos los mejores, que nuestra empresa es la más comprometida con el medio ambiente, por ejemplo, y después todo el mundo sabe que se queman los residuos. Cuando comunicamos de este modo, lo único que hacemos es desmotivar a nuestro equipo. Igual el marketing nos ayuda a “vendernos” hacia fuera, pero en cuanto nos vean sin el maquillaje perderemos todo el valor que nos habían dado, por eso le llamo marketing cosmético.

La comunicación es vital debemos intentar llegar a todo el mundo con un mensaje claro que llegue al alma de la persona. Ahora bien, esa comunicación tiene que ser coherente y tiene que verse en las acciones del día a día

El marketing debería ser más holístico e, insisto, nuestras acciones hablan por sí solas. No necesitamos esforzarnos para vender lo que no somos. Esto se hace mucho en las empresas para atraer a nuevos candidatos, les venden todas las maravillas de la organización y al cabo de dos meses están frustrados porque no se cumple nada de lo que les habían prometido.

Igual el marketing nos ayuda a “vendernos” hacia fuera, pero en cuanto nos vean sin el maquillaje perderemos todo el valor que nos habían dado, por eso le llamo marketing cosmético. El marketing debería ser más holístico e, insisto, nuestras acciones hablan por sí solas. No necesitamos esforzarnos para vender lo que no somos

Mónica, muchas mujeres se inspiran en ti. Formas parte del directorio Referentes Galegas de Executivas de Galicia y has sido candidata al Top100 Mujeres Líderes. ¿Está cambiando realmente la visión de la energía femenina en las organizaciones empresariales?

Lo que cambia es la visualización del papel de la mujer en la sociedad. Que se haga un esfuerzo por visibilizar a mujeres referentes en los distintos sectores me parece muy buena iniciativa, como decía antes, lo que no se comunica no existe. Las mujeres somos el 51% de la población mundial, sí existimos y tenemos mucho que aportar. Ahora bien, ¿cambia la visión de la energía femenina en las organizaciones? Pues como buena gallega debo responder, ¡DEPENDE!

Hay mujeres que lideran desde una energía masculina, pues es lo que conocen o lo que se espera de ellas en ese puesto. Hay otras más conscientes que se niegan a perder su energía femenina. Lo ideal sería contar con más mujeres en puestos ejecutivos para que hubiese más variedad de energías, pero no podemos obviar que estamos en un sistema patriarcal y que los estereotipos seguimos perpetuándolos sin ser muy conscientes de ello. Básicamente, porque nos resulta más fácil. Cuantas más mujeres tengamos de ejemplo y lideremos puestos de responsabilidad desde nuestra feminidad, será más factible que la visión de la energía femenina cambie. Creo que será la energía femenina la que apueste por humanizar a las empresas.

Será la energía femenina la que apueste por humanizar las empresas

¿Cómo ves el futuro de las mujeres en la alta dirección?

Creo que aún queda mucho por hacer. Faltan mujeres directivas, aunque las noticias nos digan que las mujeres ocupan el 38% de los puestos directivos en España.  Comprobamos que los puestos que ejercen están en áreas de recursos humanos (42%) y financieras (40%). No tienen poder de ejecución, ni de toma de decisiones vitales para la operativa de la compañía. Así que la noticia es un tanto agridulce. Vamos mejorando en posiciones directivas, pero queda mucho que hacer para posiciones ejecutivas.

Por otro lado, necesitamos ejemplos de liderazgo femenino en posiciones de toma de decisiones en las empresas que puedan inspirar a otras mujeres. En ocasiones, esas mujeres directivas adquieren un rol masculino y, aunque sean mujeres seguimos sin ver la energía y ejemplo femenino. Sus comportamientos, su dialéctica, incluso la forma en la que visten, representan arquetipos masculinos. Así es difícil que cambie nada. Además, cuando ponemos cuotas en las empresas para alcanzar la paridad en puestos de liderazgo entramos en la gran polémica de si están ahí por sus méritos o por una “moda”. Siempre queda cuestionada la mujer.

Todavía no he escuchado, en ninguna ocasión, que determinada mujer está ahí gracias a las cuotas, que es la mejor para el puesto y que se lo merecía más que nadie. Solemos escuchar todo lo contrario, que la han colocado ahí para la foto. A nadie le interesa saber si es apta o buena para el puesto, el cotilleo de pasillo empieza echando pestes sobre esa mujer. Sin embargo, nos cansamos de ver a hombres incompetentes en puestos de liderazgo y no pasa nada. A una mujer eso no se le permite, siempre debe demostrar mucho más y se la penaliza más duramente si comete un error.

Es más, últimamente ha surgido una retorcida estrategia en las organizaciones que están a punto de la quiebra: colocar a una mujer al frente. Te lo venden como una oportunidad, pero la realidad es que han perdido toda esperanza de que un hombre pueda reconducir la situación y plantean como estrategia que sea una mujer la que reflote la empresa. De no conseguirlo será ella la causante de dicho fracaso, es una especie de suicidio laboral para las mujeres, ya que esconde la más perversa forma de seguir denigrando a las mujeres. Nos puede el papel de salvadoras y caemos en la trampa.

Como conclusión, creo que falta mucho para ver a mujeres liderando las empresas. Aunque bien es cierto que sí tenemos en España a mujeres sucesoras de grandes multinacionales, siguen ejerciendo con una función más estética que ejecutiva. Y eso que estando en una posición tan privilegiada podían elegir rodearse de otras mujeres, pero heredan la empresa y el sistema patriarcal vigente. Lo dicho, creo que aunque hayamos mejorado en los últimos años, falta mucho.    

Las mujeres vamos mejorando en posiciones directivas, pero queda mucho que hacer para posiciones ejecutivas

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