Desde su fundación en el año 2003 por los gallegos Paula Carrera y Xurxo Torres, la agencia de comunicación y relaciones públicas Torres y Carrera no ha parado de crecer, tanto en términos de volumen de negocio como en reconocimiento profesional. Actualmente está posicionada entre las 10 primeras agencias españolas del sector y cuenta con un equipo de más de 30 profesionales distribuidos por la red de oficinas que tienen en España: Madrid, Barcelona, Vigo y Valencia.
Hablamos con Paula Carrera, quien nos hace balance de estos 15 años de trayectoria de la compañía y nos cuenta cómo ve el presente y futuro de la profesión.
Sois una de las agencias más premiadas del sector. Entre otros galardones, habéis recibido tres IPRA GWA, un SOL de Oro del Festival Iberoamericano de Publicidad, un Bronze SABRE Award, un Steve Bronze Award, tres premios ADECEC y en 2014 fuisteis distinguidos como mejor agencia del año. ¿De qué reconocimiento o campaña os sentís más orgullosos?
Es muy complicado escoger una única campaña porque todas tienen algo especial, pero, si tengo que escoger una, quizá me quedaría con el primer IPRA que recibimos en el año 2004, con sólo un año de vida como agencia, por el proyecto Ardora desarrollado para la planta de Vigo del Grupo PSA Peugeot Citroën. Recibir uno de los premios más prestigiosos del sector a nivel internacional en nuestros inicios colocó nuestra auto exigencia a un nivel muy alto y nos obligó a superarnos cada día.
En estos 15 años no habrá sido todo coser y cantar. ¿Cuáles son las principales dificultadas con las que os habéis encontrado?
En estos 15 años hemos visto cómo el sector ha tenido que evolucionar cada día para adaptarse a la sociedad. Pero, sobre todo, como consecuencia de la crisis, hemos visto y sentido en primera persona cómo las empresas han recortado presupuestos en comunicación como si esta no fuese un activo estratégico para las organizaciones. La obsesión lógica por medir el retorno de la inversión se ha situado en el primer plano y creo que como sector todavía tenemos pendientes retos en este campo como definir y consensuar sistemas de medición objetivos que pongan en valor nuestro trabajo.
¿Cuáles son los ejes estratégicos de la compañía para su desarrollo a medio plazo?
El desarrollo de nuestra división de servicios audiovisuales que lanzamos este mismo año es uno de nuestros ejes principales, junto con la comunicación transmedia y la consolidación exterior a través de nuestra red COMbyCOM. Pero seguiremos apostando por la creatividad, el rigor, el conocimiento y los resultados.
Con la creación de la Fundación Alba Torres Carrera en el año 2004 os convertisteis en la primera agencia con fundación propia. ¿Cómo os planteáis la Responsabilidad Social Corporativa en Torres y Carrera? ¿Cuál es vuestro compromiso con Galicia?
La RSC es un eje estratégico de nuestra organización, consideramos fundamental que todas las empresas o instituciones sean responsables con su entorno como primer paso para poder desarrollar su función de forma sostenible. Galicia es nuestro origen como agencia y siempre la tenemos en cuenta a la hora de poner en marcha las acciones que desarrollamos desde nuestra fundación.
El Informe PR 2018, que se acabáis de presentar en colaboración con PR Noticias y que analiza los datos de facturación de las principales agencias de España durante el año 2016 (el último año completo del que existen datos cerrados de todas las empresas), muestra una ligera caída que contrasta con la tendencia positiva que había encauzado el sector durante los últimos años. ¿A qué crees que se debe este retroceso, que contrasta, además, con la tendencia alcista que mantiene la publicidad?
Creo que el sector de las RRPP está todavía situándose tras la crisis, buscando su espacio. Los datos reflejan que las medianas y pequeñas empresas son las que más sufren en el nuevo escenario comunicativo en el que las fronteras entre comunicación y publicidad cada vez están más diluidas y en el que el low cost ha venido para quedarse.
En 2016 Torres y Carrera lideró la constitución de COMbyCOM, un grupo iberoamericano de comunicación transmedia formado por ocho agencias independientes de publicidad, marketing, relaciones públicas y comunicación digital con presencia en España, Portugal, México, Brasil, Colombia, Perú y Uruguay. ¿Con qué vocación habéis formado esta comunidad de comunicadores?
Nuestra vocación es poder trabajar en red, compartir conocimientos y experiencias más allá de la especialización de cada uno o de los límites territoriales. Compartimos valores y ambiciones y una visión de la comunicación como elemento estratégico de la relación de la organizaciones con su entorno. Aunar sensibilidades ibéricas en un campo tan sensible como el de la comunicación transmedia representa un doble reto. Por una parte, acercar similares modos de interpretar la vida separados por siglos de fronteras políticas. Por otra, encarar un horizonte formado por más de 700 millones de personas unidas por dos idiomas: el portugués y el español.
En la era de la infoxicación, ¿qué estrategias puede poner en práctica una agencia de relaciones públicas para combatir esa sobrecarga informativa?
Es cierto que vivimos en la era de la infoxicación, pero al mismo tiempo la multiplicación de los canales y las redes sociales nos permiten comunicarnos de forma más directa con nuestras audiencias y eso es una oportunidad que tenemos que ser capaces de gestionar. Tenemos que ser más selectivos en los mensajes y los canales en función de las audiencias.
La gestión Big Data es un campo clave en vuestro desarrollo estratégico. ¿A qué desafíos os enfrentáis en este proceso de análisis de datos y su aplicación práctica?
El gran desafío es saber utilizar las nuevas herramientas de comunicación y la ingente información de la que disponemos para adecuar nuestras estrategias comunicativas a los distintos públicos sin resultar intrusivos o saturar.
¿Hacia dónde va el futuro de la comunicación? ¿Qué tendencias marcarán las estrategias de relaciones públicas?
El futuro de la comunicación va parejo al de la sociedad y por tanto el gran reto es el que comentábamos, ser capaces de comunicarnos con ella de forma efectiva en un entorno tan lleno de estímulos informativos, y para ello es fundamental escuchar sus necesidades y anhelos, seleccionar adecuadamente los canales y, sobre todo, transmitir emociones.