-
Luis Zahera se estrenó en estos premios con el Goya al Mejor actor de reparto por su interpretación en El Reino
-
La sombra de la ley, de Vaca Films, sumaba 12 candidaturas y se ha hecho con 3 estatuillas a la mejor fotografía, dirección de vestuario y dirección artística
La representación gallega en la trigésimo tercera edición de la gala de los Goya ha sido más que notable con doce producciones y/o artistas gallegos nominados en el patio de butacas del Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES de Sevilla. Finalmente han sido cuatro los premios otorgados al talento cinematográfico gallego: a la estatuilla de Luis Zahera como actor de reparto se le suman los tres reconocimientos técnicos que obtuvo el film La sombra de la ley.
La sombra de la ley, de la productora gallega Vaca Films, acaparaba la mitad de estas nominaciones optando al premio en 6 categorías técnicas: mejor director de fotografía -Josu Incháustegui-, mejor dirección artística -Juan Pedro de Gaspar-, mejores efectos especiales -Lluís Rivera y Félix Bergés-, mejor música original -Manuel Riveiro y Xavi Font-, mejor diseño de vestuario -Clara Bilbao- mejor maquillaje y peluquería -Raquel Fidalgo, Noé Montes y Alberto Hortas-. Finalmente la película que dirige Dani de la Torre y que protagoniza Luis Tosar se ha traído para casa 4 “cabezones” por su fotografía, vestuario y dirección artística.
El compostelano Luis Zahera, nominado por primera vez a los Goya, se convirtió en uno de los protagonistas de la gala cuando dedicó su premio a su “Julieta”, Antonio de la Torre, aludiendo a la destacada escena que ambos actores protagonizan en un balcón en la película El Reino. Zahera consiguió así su tercer premio por esta interpretación, tras recibir el Feroz y el del Círculo de Escritores Cinematográficos.
Quien no pudo llevarse la tercera estatuilla como Mejor actor protagonista fue el ferrolano Javier Gutiérrez, nominado por Camepones. Precisamente este premio recayó en Antonio de la Torre por su papel en la película de Rodrigo Sorogoyen, la gran triunfadora de la noche junto con Campeones.
Aunque ni el vigués Carlos Fernández de Vigo –nominado a la mejor película de animación por Memorias de un hombre en pijama– ni el cangués Khris Cembe –cuya cinta Soy una tumba optaba al mejor cortometraje de animación- pudieron hacerse finalmente con el premio, estas dos candidaturas ponen de manifiesto que el cine de animación sigue siendo uno de los fuertes del talento audiovisual gallego.
Tampoco pudo ser para Guillermo de Oliveira, nominado por primera vez a la mejor película documental con el multipremiado Desenterrando Sad Hill, ni para Álvaro Gago, que competía con Matria en la única candidatura que tiene cinco nominados: la de mejor cortometraje de ficción.