El gran plató que es Andalucía abrió de nuevo el 12 de mayo tras el parón motivado por la pandemia del Covid-19. Tras dos semana de vía libre condicionada, la industria de rodajes vuelve al tajo en Andalucía, pero con lentitud, con una tibieza extraña para la frenética actividad que el sector registraba antes del Covid-19. La crisis sanitaria ha obligado a suspender 120 proyectos en la región y la vuelta al trabajo con absoluta normalidad tendrá que esperar.
Más que el despliegue de medios técnicos y humanos en las distintas localizaciones para hacer sonar la claqueta, los esfuerzos son otros ahora. El sector está enfocado ahora en adaptar los planes de producción y cambiar los presupuestos para convivir con el Covid-19. Una realidad compleja y con restricciones. De este modo, la Spain Film Commission (SFC) ha elaborado un Manual de Buenas Prácticas en colaboración con las autoridades sanitarias para hacer rodajes seguros.
El presidente de la SFC, Carlos Rosado, destaca que la vuelta a la normalidad de la industria de rodajes en Andalucía con el Covid-19 aún latente tendrá lugar «de forma paulatina». La convivencia con el Covid-19 hace incrementa las dificultades y encarece los costes de los rodajes. Rosado considera que los resultados del trabajo de adaptación se verán en los próximos meses con una reactivación real«.
Andalucía, mejor posicionada
Andalucía concentró aproximadamente un tercio de los más de 300 rodajes que se cancelaron en España por el Covid-19. No obstante, también es cierto que Andalucía parte con ventaja con respecto a otras Comunidades Autónomas como Madrid y Cataluña respecto a la nueva normalidad. «Junto con Baleares y Canarias, Andalucía es de las primeras regiones en las que se ha reiniciado la actividad«, indica Rosado.
Además del trabajo de adaptación presupuestaria y de preproducción, ya se está rodando. Principalmente televisión, publicidad y programas. Pero también se ha reactivado el rodaje del largometraje de Martín Cuenca ‘La hija’. La película estaba prácticamente finalizada y reanuda ahora el rodaje en localizaciones de las Sierra de Cazorla y Las Villas.
Incentivos fiscales
Probablemente la única buena noticia que el Covid-19 ha traído a la industria de rodajes en España ha sido la mejora en los incentivos fiscales para la realización de rodajes. Una medida que el sector llevaba reclamando años al Gobierno y que ya es una realidad. Un hecho que, según Rosado, hará que España «incremente su competitividad para atraer rodajes internacionales» estando a la altura de los países con mejores condiciones para rodar en el mundo.
De este modo, las producciones internacionales podrán deducirse un 30% de la inversión (antes era del 20%) siempre que se invierta más de un millón de euros. También se eleva a 10 millones de euros (antes era 3 millones) el tope máximo de retorno de la inversión realizada por la promotora.