Se le acaba el chollo al bufón más gamberro de la concurrida parrilla de presentadores del Mediaset en España. Jorge Javier dice adiós a “Sálvame”, el programa referencia de las tardes televisivas en estos últimos años, tantos como quince. Allí es nada. Acaba el programa y surgen las voces que quieren ver al histriónico presentador fuera de la antena. Pero no todo es tan fácil.
De momento tiene un contrato en vigor que aspira a cumplir, quizás en otros programas y en otros formatos. Jorge Javier es un producto quemado por la antena al haber abusado de él durante años, utilizándolo de comodín para presentar cualquier ocurrencia en busca de audiencia y algo de jaleo. En eso es un experto.
Este gamberro de la pequeña pantalla es capaz de ponerse a la vez el traje de ·telepredicador o el de pastor de cabras descarriadas. Rápido de reflejos y con una más que aceptable cultura, sabe provocar con rápidas salidas que casi siempre suelen rozar el terreno de la frivolidad. Se maneja bien como bufón televisivo y encima se gusta en ese papel.
A sus modos y maneras le han ayudado y mucho la polarización que se está viviendo en muchos órdenes este país. En el político es donde el presentador de Badalona se muestra muy locuaz. No se esconde y esa claridad y a la postre tomar partido, le han valido algunos tirones de orejas sonados por parte de la nueva dirección de la cadena.
Ahora, toda su cohorte de colabores entusiastas, que lo siguen como el maná, quieren saber qué derroteros le esperan a Jorge Javier para tratar de seguir a su rueda y a facturar cada tarde allá donde vaya el “mesías”.
En el terreno de las conjeturas cabe todo a día de hoy, incluso que pase a realizar un formato de entrevistas serias y sesudas. Un producto que ya se puso en marcha con Mercedes Milá y que tan buenos frutos dio, sobre todo de audiencia. El tránsito de esa reconversión de roles que ahora parece impensable para Jorge Javier, está más que probado. Con lo osado que es el personaje, a nadie le extrañaría que se proponga para presentar incluso un informativo. La soberbia le come a este seductor de la cámara tan inapropiado para casi todo. De momento aire puro para las tardes de Mediaset. Se apagaron los focos. Muchos descansan mejor.