Está claro que la fe sin audiencias es garantía de fracaso. La paupérrima audiencia de “Cuentos Chinos”, la última aventura de Jorge Javier en el prime time de Telecinco dejan sumida en una depresión a quienes a la primera de cambio esperaban una dentellada al intocable Pablo Motos con “El Hormiguero”. Diez puntos de diferencia a favor del pelirrojo de Requena en el primer día de combate no dejan lugar a dudas. Por goleada. Que pase el siguiente debió pensar Pablo Motos. El aspirante no le duró ni el primer round.
La obligada reconversión de Jorge Javier al público lo deja frio. Se ve el programa encorsetado, sin la pretendida frescura que se le quería dar a un formato que se vendió como “show” y nada más lejos de la realidad. Ansioso y con ganas de agradar Jorge Javier no encuentra su sitio y las primeras entregas de sus Cuentos Chinos fracasan sin paliativo alguno.
Las explicaciones dadas por Jorge Javier ante las dos malas audiencias iniciales son demoledoras y trasmiten un nerviosismo impropio ante una situación que le puede acabar superando en su ego desmedido. El primer día se justificó de esta guisa, “ayer faltasteis cientos de miles”. Para el guantazo del día siguiente se utilizó un lacónico “no sé de qué va el programa”. Con esas estamos y en caída libre.
Conviene recordar que Pablo Motos en esta tesitura no mirará ni por el retrovisor a ver qué se cuece en Telecinco. Ni en La 1 ni mucho menos en Cuatro, presentan síntomas de nervios ante la irrupción, por decirlo de alguna manera fina, de la gran apuesta de la Mediaset para el prime time. Ahora a esperar a ver el desembarco de “TardeAR” que se estrena de la mano de la intocable Ana Rosa Quintana el próximo lunes. Esta apuesta se perfila más sólida.
Ante esta realidad y parafraseando a Sobera, bien podríamos entonar en referencia al fallido estreno de “Cuentos Chinos” el tan manido final de First Dates, ¿Tendrías una segunda cita con Jorge Javier? Ustedes responden. Yo no, desde luego. A otro perro con ese hueso.
