La condena por abusos sexuales contra Telecinco en la persona de Carlota Prado, cometidas por el también concursante de Gran Hermano Revolution, José María López, deja al descubierto un proceder tan denigrante como censurable que abochorna a la profesión. Era un secreto a voces, pero al verlo ahora relatado en una sentencia, deja claro que los concursantes de ‘Gran Hermano’ están sometidos a una reglas censurables.
Con ese cóctel de desatinos, no podía acabar la historia más que en una condena a quince meses de cárcel para el ex concursante José María López. Del mismo modo, la productora Zeppelín Televisión deberá hacer frente de forma subsidiaria a los 11.000 euros de multa que deberán abonar a la víctima por los abusos sufridos y por mostrarle las imágenes.
Los más sonrojante del caso lo recoge la sentencia en su argumentario cuando deja a Telecinco a los pies de los caballos. Censura la “forma descuidada” de proceder a la hora de mostrar a la concursante las imágenes de lo ocurrido y hacerlo en una sala sin nadie de apoyo más que la voz en “off” del jefe del programa. A ello, añade un exceso de alcohol y una escasez de comida.
La sentencia deja claro, a los ojos del juez, que no hubo consentimiento y que el exceso de alcohol provocó un estado de inconsciencia por intoxicación etílica.
Perdida de imagen y credibilidad
Con este nuevo suceso, está claro que Telecinco está inmersa en una perdida de imagen y credibilidad que le pasa factura día a día. Bajas audiencias, descenso en facturación publicitaria y un descredito entre la profesión marcan un antes y un después en sus años de vida.
No se trata de opiniones, se trata ya de sentencias. Veredictos incontestables que sacan a la palestra lo peor de la profesión. Y todo por un puñado de puntos en la audiencia. Dónde quedan los límites a la deontología y el respeto por la audiencia. Me llama la atención la falta de reivindicaciones feministas que con mucho menos han organizado causas que rozaban lo grotesco. ¿Dónde están ahora? ¿O es que hay miedo a Telecinco? Ya será.